Según Ketty Herrera, interventora del plantel designada por el ministerio, afirmó que tras varias investigaciones se hallaron distintas iregularidades en el funcionamiento del plantel. La polémica se desató el 1 de octubre cuando una alumna de trece años, falleció por sobredosis de droga.
En el centro educativo estudian alrededor de 500 estudiantes, mismos que serán reubicados en diferentes colegios fiscales de la ciudad, sin embargo, los padres de familia rechazan la medida.
Su argumento es que el año lectivo está por concluir, por lo que piden que se les permita terminar a sus representados este año en la institución y que el próximo año se tomen las medidas correspondientes.