Los efectos del huracán ‘Sandy’ son entre «un 5 y un 10% más fuertes de lo que cabría esperar de una tormenta de estas características» por el cambio climático, según el director de Análisis Climático del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica de EEUU, Kevin Trenberth.
«No es el 90 por ciento, es decir, no hablamos de que un fenómeno como ‘Sandy’ esté totalmente dominado por el cambio climático, pero la temperatura del agua es mayor, las olas más grandes y la lluvia más fuerte», explica el meteorólogo.
Trenberth, quien abandera la investigación científica sobre la relación entre el cambio climático y los eventos meteorológicos extremos, asegura que ‘Sandy’ es una tormenta digna de recibir el adjetivo de «histórica» por motivos como que haya elevado la temperatura del mar hasta dos grados. Ello se traduce «en un 10% más de agua evaporada alimentando esa tormenta, y en consecuencia, en un 20 por ciento más de lluvia» de lo que cabría esperar.
Gota que colma el vaso
«Decir que esta tormenta es entre un 5 y un 10% más severa por el cambio climático puede parecer poca cosa, pero ese porcentaje es tremendamente significativo y representa un tanto por ciento adicional que suele ser la gota que colma el vaso y que hace que las consecuencias puedan ser devastadoras», afirma.
Así, el científico está convencido de que tanto este huracán como el resto de eventos extremos ocurridos en lo que va de año «hubieran sucedido seguramente sin cambio climático, pero no hubieran roto todos los récords conocidos ni sus efectos hubieran sido tan mayúsculos».
Además, el calentamiento no solo intensificará tormentas y sequías en el futuro sino que las hará más frecuentes, destaca Trenberth.
Debido a la naturaleza de la atmósfera, estos eventos «no ocurrirán siempre en el mismo lugar, sino que se irán desplazando y su ubicación geográfica dependerá del fenómeno climático llamado El Niño«, que calienta de manera extraordinaria las aguas del Pacífico tropical y tiene capacidad de crear patrones meteorológicos con consecuencias globales.