29 oct (EFE).- «Sandy» tocó tierra hoy en el sur de Nueva Jersey con unos fuertes vientos sostenidos de 130 kilómetros por hora para encontrarse a su paso con un Nueva York prácticamente paralizado y azotado por las inundaciones récord y los masivos cortes eléctricos que ya ha ocasionado.
«Sandy», que ha perdido la categoría de huracán y está considerado ahora como un ciclón postropical, se ha cobrado ya cinco víctimas en el estado de Nueva York y otras dos en Nueva Jersey, buena parte de ellas por la caída de árboles por los fuertes vientos pese a los llamamientos de las autoridades a permanecer en casa.
«Muchas partes de Nueva York se han quedado sin suministro eléctrico. Tenemos muchos informes de inundaciones. Por favor quédense en sus casas y dejen las calles libres para el personal de salvamento», dijo esta noche el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, en su primera conferencia de prensa después de que «Sandy» tocase tierra.
Bloomberg, que afirmó que la lluvia ya ha pasado y el oleaje debería frenarse a medianoche, urgió a los neoyorquinos a no llamar al número de emergencias 911 a no ser que se trate realmente de una emergencia, puesto que se están recibiendo unas 10.000 llamadas a la hora.
Las intensas lluvias y el fuerte oleaje generado por esta tormenta incluso antes de tocar tierra ha dejado a oscuras a un total de 350.000 hogares tan solo en la ciudad de Nueva York y el condado de Westchester, según la empresa Con Edison, que ha cortado el suministro de forma preventiva a todo el sur de Manhattan.
El número de abonados sin electricidad en todo el país supera ya los dos millones.
Debido a este ciclón, que podría situarse entre los diez más costosos de la historia de Estados Unidos, el nivel de la crecida de las aguas ha llegado a los 11,25 pies ó 3,4 metros en el área de Battery Park, al sur de Manhattan, con lo que ha batido el récord de 1821.
Esa histórica subida del nivel del mar en el corazón financiero de la Gran Manzana ha provocado que se puedan ver coches flotando en el área de Wall Street, ya que las aguas del Hudson y el East River han inundado partes costeras de la isla y han llegado a entrar hasta zonas no afectadas por las evacuaciones obligatorias, como el Upper East Side.
El Servicio Oceanográfico Nacional ha detectado oleaje de hasta cuatro metros de altura en Kings Point (Nueva York), Battery (Nueva York) y Sandy Hook (Nueva Jersey), al tiempo que en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York se detectaron vientos de 118 kilómetros por hora.
Los fuertes vientos huracanados de «Sandy» también han ocasionado que la fachada de una casa baja del barrio de Chelsea colapsara hasta dejar a la vista sus apartamentos, así como doblar completamente una parte de la grúa que construye el rascacielos de apartamentos de lujo One57, muy cerca del Central Park.
Todo ello a pesar de que las autoridades neoyorquinas pusieron en marcha toda su maquinaria para blindar a la ciudad ante la llegada de «Sandy», unas medidas de precaución que comenzaron el domingo por la tarde con el cierre de la red de transporte público, que realiza unos siete millones de viajes cada día y también cerrará mañana.
Lo mismo ha ocurrido con escuelas, universidades, tribunales, teatros, muchas grandes empresas, monumentos, museos, la sede de Naciones Unidas y hasta las bolsas de Nueva York, que han paralizado sus cotizaciones por primera vez desde los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Las medidas de precaución se extendieron hoy hasta la mayor parte de los puentes y túneles de Nueva York, como el emblemático puente de Brooklyn o el de George Washington, por lo que en estos momentos la única conexión entre la isla de Manhattan y el vecino estado de Nueva Jersey es el túnel Lincoln.
Las masivas inundaciones están afectando en la Gran Manzana con especial dureza al túnel Battery-Brooklyn, que conecta el sur de Manhattan con el barrio de Brooklyn.
El mal tiempo también causó el cierre de los aeropuertos internacionales de La Guardia y John F. Kennedy, que junto al de Newark en Nueva Jersey dan servicio a la ciudad.
Pese a que el cierre oficial de los aeropuertos no se produjo hasta que «Sandy» tocó tierra, las aerolíneas habían paralizado ya sus operaciones en la noche del domingo y a lo largo de hoy, por lo que el número de vuelos cancelados en EE.UU. ha ascendido hasta los 14.000.
«No sean estúpidos ni egoístas y no pongan en riesgo sus vidas ni la del personal de salvamento», dijo hoy el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, que, al igual que el alcalde de la Gran Manzana y el propio presidente de EE.UU., Barack Obama, había urgido a los residentes de las zonas bajas a evacuar sus casas.
Para ello Nueva York dispuso 26 autobuses para trasladar a los ciudadanos de la llamada «zona A», la más cercana al nivel del mar, hasta los 76 refugios que se han habilitado en toda la ciudad, y según los últimos datos ofrecidos por Bloomberg el número de personas en refugios es de unos 36.000.
Puede que la peor parte se la haya llevado Nueva Jersey, donde «Sandy» ha tocado tierra a las a las 20.00 hora local (00.00 GMT), muy cerca de la famosa ciudad de casinos Atlantic City, que fue evacuada el domingo y hoy ha quedado prácticamente sumergida bajo las aguas.
En ese estado los cortes de luz afectan ya a más de 1,2 millones de personas y muchas más quedaron atrapadas en sus hogares tras no obedecer los llamamientos del gobernador Chris Christie, que ordenó la evacuación de unas 115.000, mientras que los albergues sólo refugiaban a unas 2.200. EFE