Un hospital en Estados Unidos ha empezado a poner a prueba un nuevo videojuego para controlar la ira entre los más jóvenes.
Rage Control (Control de la ira) utiliza un aparato que se coloca en el dedo del niño para controlar su frecuencia cardíaca, de modo que cuando el latido del corazón se acelere el sujeto pierda la habilidad de disparar a las naves espaciales del enemigo.