28 oct (EFE).- El alemán Sebastian Vettel (Red Bull) venció hoy con claridad en el Gran Premio de la India, donde el español Fernando Alonso (Ferrari) quedó segundo tras realizar una espectacular carrera en la que partía quinto en la parrilla.
El germano dominó la carrera de principio a fin y consiguió así su cuarto triunfo consecutivo, con el que amplía a 13 puntos su diferencia en el Mundial sobre el asturiano a falta de solo tres citas (Abu Dabi, EEUU y Brasil) para que finalice el campeonato.
La de hoy es la vigésima sexta victoria en su corta carrera para el vigente campeón de Fórmula Uno, a quien solo le faltó completar la vuelta rápida para cerrar un fin de semana perfecto como ya hiciera en 2011, año del estreno del circuito indio de Buddh.
Por detrás de Vettel y Alonso completó el podio el australiano Mark Webber (Red Bull), y después se situaron los dos pilotos de la escudería McLaren, los británicos Lewis Hamilton, cuarto, y Jenson Button, que fue quinto.
El asturiano, consciente de la necesidad de pegar fuerte desde el principio para no perder el hilo de Vettel en la puja por el título, intentó adelantar a los dos pilotos de McLaren ya en la salida aunque finalmente solo lo consiguió con Hamilton.
Se salvó Button en esta primera embestida, pero la alegría le duró poco al inglés pues el bicampeón mundial volvió a atacar en la quinta vuelta, y en esta segunda ocasión su maniobra fue exitosa.
A partir de ahí el español de Ferrari comenzó una lenta y paciente caza al australiano Webber, único obstáculo hacia un Vettel que aumentaba su ventaja a razón de medio segundo por giro.
Logró su objetivo en el último tramo de carrera gracias a un brillante adelantamiento al australiano, que le dejó, no obstante, a trece vueltas del final de la carrera, con pocas posibilidades de plantar cara a Vettel, que ya contaba entonces con un insalvable colchón de doce segundos.
Con el triunfo, el germano confirmó su ascenso meteórico de las últimas jornadas pero Alonso evitó una sangría mayor gracias a una espectacular remontada que lo mantiene, pese a tener un coche menos competitivo que Vettel, como un serio candidato a la corona.
Tras la igualdad inicial de un campeonato que comenzó con siete ganadores distintos en el mismo número de carreras, en el que Alonso ostentó el liderato ocho citas seguidas en el tramo intermedio, el germano ha impuesto ahora su dictadura, la misma que le condujo a ganar los dos últimos mundiales.
El brasileño Felipe Massa, compañero de escudería de Alonso en Ferrari, acabó sexto en el GP de la India, sin alterar la posición desde la que partió en parrilla, y de igual manera, el finlandés Kimi Raikkonen (Lotus), que salía tras él, finalizó séptimo.
En el año de su regreso a la Fórmula Uno, el finlandés es junto a Webber el único piloto que fuera de la dupla dominadora aún conserva posibilidades matemáticas -aunque muy pocas- de conquistar el campeonato.
Por su parte, el venezolano Pastor Maldonado (Williams), que partía en la novena posición de la parrilla de salida, concluyó en un discreto puesto decimosexto lugar y falló en su objetivo de puntuar.
Tanto el mexicano Sergio Pérez (Sauber) como el español Pedro Martínez De la Rosa (HRT) tuvieron que abandonar prematuramente la carrera a causa de un pinchazo y de un fallo en los frenos, respectivamente.
«Checo» Pérez, que partía octavo y confiaba en subir puestos en la carrera, tuvo un comienzo complicado y al final del primer tercio de la prueba reventó un neumático tras un contacto con el australiano Daniel Ricciardo (Toro Rosso).
También sufrió un pinchazo en la salida el heptacampeón mundial alemán Michael Schumacher (Mercedes) en otro encontronazo, un percance que acabó pasándole factura y motivando su abandono.
Finalmente esas «chinchetas» que el sábado el rey Juan Carlos, durante su visita a la India, había pedido a modo de broma que se colocaran en el camino de Vettel para favorecer Alonso encontraron otro destino y no las ruedas del teutón.
Más allá de la competición, el circuito de Buddh registró un buen ambiente en su segundo año en competición, aunque lejos del lleno que obtuvo en su estreno.EFE