19 oct (EFE).- El entrenador argentino Claudio Borghi acusó hoy a la prensa chilena de querer sacarlo de su puesto de seleccionador nacional, pero reiteró que seguirá en funciones pese a la crisis derivada de las tres últimas derrotas en las eliminatorias sudamericanas del próximo Mundial.
«Estoy cansado de las mentiras», dijo en una rueda de prensa en la que salió al paso de las conjeturas que dan como inminente su desvinculación de la Roja, cargo al que llegó a comienzos del 2011.
Chile, que hasta la sexta jornada lideraba las eliminatorias, descansó en la séptima y después perdió ante Colombia por 1-3, Ecuador por 3-1 y Argentina por 1-2.
Borghi explicó que la derrota en Santiago ante Colombia el nivel de sus pupilos «fue bajo, muy bajo. Jugamos muy mal»
Frente a Ecuador en Quito dijo que se hizo «un gran esfuerzo» y del choque del martes contra Argentina resumió: «fue interesante».
Chile ocupa el sexto lugar de la clasificación con doce puntos, ocho menos que el líder, Argentina.
Sudamérica tiene derecho a cuatro plazas directas a Brasil 2014 y el pase a una repesca al quinto clasificado contra un rival de Asia.
Episodios de indisciplina por parte de los jugadores y una suspensión de cuatro jornadas que le ha impedido estar en el banco en los dos últimos partidos han reforzado las dudas de un sector de la prensa y la afición sobre la capacidad de Borghi para continuar en el cargo y enderezar el rumbo del equipo.
Borghi habló hoy con la prensa «por decisión de la Federación», según aclaró.
«Yo creo que lo estoy haciendo bien. Cuando estábamos primeros también rompían los huevos. Cuando se pierde, pierde la Roja de Borghi, cuando se gana, gana la Roja de Chile», afirmó.
«Estoy cansado de las mentiras, dicen que voy a renunciar gane o pierda. No existe nada de eso. Estoy trabajando como todos los días», aseguró el técnico, que dijo estar convencido de que hay tres medios de prensa que lo quieren sacar del puesto.
Aunque no los nombró, se negó a responder una pregunta de un reportero de la televisión pública TVN.
«No tengo duda de que me quieren bajar. El problema es conmigo, es con el proceso. Los tres que me quieren bajar quieren ser líderes de opinión, que creen que cambian cosas, creen que tienen más poder del que tienen», aseveró.
«Hay gente que se prepara para criticarme, pero eso me pone orgulloso, porque soy importante. Los perros están ladrando, pero son chihuahuas, ningún perro grande», espetó.
Borghi descartó que vaya a cambiar su forma de trabajo y de relación con los jugadores.
Sobre los casos de indisciplina de algunos jugadores, aclaró que ocurrieron «en su vida privada». Matizó que los registrados en plena concentración, fueron tratados con medidas que fueron «bien claras».
«No me fallaron a mí, se fallaron a ellos. Yo tomo las medidas necesarias cuando es necesario. Que piden, una dictadura, quieren volver a una dictadura, a no poder salir, no poder expresarse. Están pidiendo un régimen militar y no lo voy a hacer», subrayó
Aseguró que no ha tenido problemas con el presidente de la Asociación Nacional del Fútbol Profesional, Sergio Jadue.
Dijo desconocer cuáles serán los alcances del propósito de «revisar algunas situaciones», anunciado ayer en un comunicado por Jadue, quien manifestó a la vez respaldo al trabajo del argentino.
«No tengo idea qué situaciones se van a revisar», afirmó.
Agradeció a los jugadores, que lo han respaldado públicamente, pero aseguró que no ha pedido solidaridad. EFE