Los estudios sobre la efectividad de los sistemas de filtración en las piscinas utilizan la sigla en inglés BFA (Body fluid analogue) para referirse a la mezcla de transpiración, orina, células de piel muerta y heces que se desprende de los nadadores.
Cada persona añade cerca de 25 ml de BFA al agua, del cual el 6,3% es urea.
La concentración de orina en una piscina típica es de una parte por millón.
El cloro que se la agrega al agua disminuye la cantidad de orina sólo en un 1%.
FUENTE: BBC NOTICIAS