Olvidaron amistad de 40 años y se cayeron a golpes
Una amistad de años se vio empañada por los dimes y diretes entre dos ancianos que no aguantaron más y se cayeron a golpes en presencia de sus bisnietos.
En las dependencias de la PJ del Guayas, se encontraban Leonardo Cabrera Muñoz (72) y Arturo Valdiviezo (77), ambos bañados en sangre por la discusión que pudo terminar en desgracia, si no hubiese sido por la oportuna intervención de un uniformado, quien los separó y le quitó una navaja a Cabrera, con la cual había herido a su ex amigo.
Ya más calmado, don Leonardo confesó su delito, quien argumentó que fue en defensa propia, diciendo que solo se defendió de los golpes de su vecino, a quien conoce hace más de 50 años.
LO GOLPEARON POR LENGUA LARGA
Ayer, como todos los días, don Leonardo salía de su casa, ubicada en las calles Cuenca y la 24, cuando de pronto sintió un golpe en la espalda. Al darse la vuelta para observar a su agresor, se sorprendió al ver a Valdiviezo, quien le dijo: «esto es por ser lengua larga».
Para defenderse de los golpes, el anciano sacó una pequeña navaja que tenía en su bolsillo y le propinó una cortada en la mano a su ex amigo.
Pero los golpes que había recibido no le permitían ver bien, lo que fue aprovechado por Valdiviezo, quien le quitó el arma y siguió con la paliza.
«Le pegué porque siempre me andaba buscando problemas y ya estaba harto de esa situación», decía en su defensa Valdiviezo.
TODO POR CULPA DE UNA MUJER
Según cuenta don Leonardo, la amistad entre ambos terminó hace diez años, cuando salió en defensa de la esposa de don Arturo, de quien según comentan sus allegados, es una persona muy violenta, pues le gusta pegarle a las mujeres. «Parece que no hubiese nacido de una mujer, porque le encanta golpearlas. No respeta a nadie, sus propias hijas le temen, porque es muy violento», señaló Cabrera, quien impuso una demanda por agresión en contra de su victimario. (PD)