Vie. Sep 20th, 2024

La inseguridad en el sector se incrementó desde hace tres años 

 Las insistentes marchas y protestas que han realizado los moradores de la parroquia San Antonio de Pichincha, para solicitar mayor control policial, ha dado sus frutos.

Desde hace un mes, la Junta Parroquial del sector, unió fuerzas con la Policía, para mejorar la seguridad de las personas que habitan en el lugar.

«Lo que hemos hecho desde un inicio, es cambiar el servicio policial. Ahora tenemos otra metodología para brindar el servicio a la comunidad. Estamos trabajando directamente con las personas del sector para pedir información sobre todas las situaciones irregulares que se han presentado. Por ahora estamos haciendo levantamiento de información», aclaró el jefe de la Zona de San Antonio de Pichincha, Capitán Marco Miñaca, quien acotó que se han incrementado cuatro oficiales y dos patrulleros para resguardar el sector. 

ASALTOS Y MUERTES SON EL PAN DE CADA DÍA 

 

Varias son las muertes que se han registrado en esta parroquia, ubicada al noroccidente de Quito. Quienes viven en el lugar, aseguran que los asaltos y asesinatos se incrementaron desde hace 3 años.

«Estamos cansados de tantas muertes. En la noche ya no se puede andar tranquila por aquí. Aunque los ladrones matan y roban a toda hora», indicó una de las afectadas, quien presume que las quebradas que hay por el lugar, también sirven para aquellos asesinos que no quieren dejar rastro de sus víctimas y acuden hasta el lugar para arrojar los cuerpos.

«Lamentablemente, en el sector hay muchas viviendas que estan en lugares baldíos, donde no existen otras casas, de las que se pueda ver lo que está sucediendo en un domicilio que está siendo violentado», manifestó el jefe de la Zona San Antonio, al referirse al caso de la menor de 15 años que fue encontrada muerta la mañana del pasado lunes, con señales de haber sido torturada y violada.

Un hermano de la víctima encontró el cuerpo sin vida de la adolescente, que estaba acostada, desnuda sobre su cama, y con una bufanda en el cuello, con la cual fue asfixiada.

«No tenemos indicios de que hay pandillas que operen en el sector, eso lo aclararemos con las investigaciones correspondientes.Lo que sí es cierto, es que existe una familia, de la que los moradores siempre se quejan, pues aseguran que todos cometen actos ilícitos. Por eso hacemos varios patrullajes nocturnos para controlar la situación», acotó Miñaca. 

AJUSTE DE CUENTAS 

 

«No tengo nada en contra de los ciudadanos colombianos o cubanos, pero hay que reconocer que desde que la gente del sector, comenzó a pedir dinero a los ‘chulqueros’, aumentaron los asesinatos. Es un claro ajuste de cuentas, porque no todos pueden pagar la deuda a tiempo», expresó un morador de San Antonio, comentario que apoyan los uniformados que cuidan la zona, pues han recibido varias quejas de los habitantes de la parroquia, quienes aseguran que han sido intimidados por ciudadanos colombianos y sus pares cubanos.

En todo caso, la ayuda e información que la ciudadanía proporcione a los gendarmes, sobre los malhechores que tienen en zozobra el sector, ayudará a disminuir la delincuencia que se ha apoderado de San Antonio. 

POLICÍA Y CIUDADANOS SE UNEN

«En la parte preventiva estamos trabajando con la gente de San Antonio y con la Junta Parroquial del sector. Tenemos reuniones con los diferentes barrios, porque dependemos en un noventa por ciento de la información que nos proporcionen los moradores del lugar. Las personas conocen a sus vecinos y los vehículos que circulan permanentemente por su sector. Deben estar alerta cuando observen algo extraño, para dar aviso a la Policía de inmediato», señaló el Capitán Marco Miñaca.

 

FOTO: John Guevara