Con el argentino Lionel Messi en el campo, el Barcelona es más fuerte y mejor equipo, certeza que se volvió a cumplir hoy en la semifinal del Mundial de Clubes, ya que la entrada de la ‘Pulga’ en acción, tras ser suplente, contribuyó de forma notable para que su equipo se impusiera por 1-3 al Atlante mexicano y alcanzase la final del torneo en Abu Dabi.
El Barcelona se medirá el sábado ante Estudiantes de La Plata en la final esperada y deseada también por la organización, en el que será el enésimo pulso entre el fútbol europeo y sudamericano, con lo que una vez más el representante de la Concacaf se quedará a las puerta de la final.
El Atlante desplegó un dispositivo en defensa para alejar al Barcelona unos cuarenta metros de su portería, con dos claras líneas de cuatro jugadores en cada una, que impidieron que Xavi, Iniesta y Touré, junto a Sergio Busquets, en el centro del campo, tuviesen espacios. Las cosas se le pusieron bien al Atlante en los primeros minutos. Se adelantaron en el marcador. Guillermo Rojas a los (5’) adelantó al plantel azteca que soñaba en la clasificación a la final, pero esto enfureció a los pupilos de Guardiola que reaccionaron con el pasar de los minutos. Busquets a los 35’ puso el empate.
En la complementaria, a los 54’ el ingreso de Messi le dio otra cara al plantel azulgrana. A los 55’, en su primer toque de balón, la ‘Pulga’ puso la segunda y 12’ después, Pedrito sentenció el marcador. A pesar de que el Atlante no desfalleció, se vio incapaz de frenar la avalancha de juego ofensivo al que le sometió el Barcelona hasta el final del partido.