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28 ago (EFE).- Los presos del penal de Socabaya, en la región sureña peruana de Arequipa, mantienen el motín que comenzaron la mañana de hoy para exigir beneficios penitenciarios, aunque liberaron a los cuatro rehenes que tenían en su poder.

Los dos últimos trabajadores del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) que permanecían en rehenes fueron dejados en libertad como parte de los acuerdos que aceptaron los presos para iniciar un diálogo que permita solucionar su protesta.

Antes de ser liberado, uno de los rehenes, identificado como Ángel Lope Castañeda, se dirigió a las autoridades con un megáfono para pedir que no se envíe a la policía antimotines.

«No provoquen a los internos con la policía antimotines por resguardo a nuestra integridad física. Que se retiren los efectivos policiales, la violencia genera más violencia», señaló Lope Castañeda, según mostró el canal N de la televisión local.

Añadió que «los internos están dispuestos a todo» y que «lo único que quieren es dialogar y llegar a acuerdos respecto a sus beneficios penitenciarios, a sus regímenes de vida y respecto a los abusos».

Uno de los presos también usó el megáfono para afirmar que están privados de su libertad, pero no de sus derechos y exigir beneficios penitenciarios y su liberación.

«Lo único que queremos es que nos escuchen y llegar a un buen diálogo tanto con la autoridad y con nosotros mismos», remarcó otro de los amotinados, la mayoría de los cuales se mostraron con los rostros cubiertos con trapos.

Con la liberación de los dos trabajadores penitenciarios, los presos permitieron la salida de las cuatro personas que habían tomado en rehenes al momento de amotinarse, ya que antes fueron puestos en libertad el director del penal, Alberto Caetano Choque, y el subdirector, Fernando Surco Aróstegui.

Una comisión del autoridades, representantes del INPE y de la Defensoría del Pueblo ingresó, posteriormente, hasta el auditorio del penal, donde mantuvo una reunión con los cabecillas de los amotinados.

La comisión estuvo presidida por el vicepresidente del INPE, Julio Magán, e integrada por el presidente de la Corte Superior de Arequipa, el presidente de la Junta de Fiscales, la congresista por esa región, Ana María Solórzano, el jefe de la Región Policial Sur, y el comisionado de la Defensoría del Pueblo.

Según informó el INPE en un comunicado, la comisión busca analizar «la situación y adoptar las acciones pertinentes», aunque ratificó el compromiso con la seguridad y el orden en los penales del país.

El comunicado confirmó que las conversaciones con los amotinados permitieron que fueran liberados todos los rehenes, algunos de los cuales presentaron heridas y contusiones, por lo que fueron trasladados a los hospitales de Arequipa.

La congresista Solórzano declaró a la emisora Radio Programas del Perú (RPP) que los internos exigen la presencia de periodistas para iniciar un diálogo con las autoridades.

«Lo que estamos tratando ahora es tener una mesa de diálogo, pero lo que los reos exigen es que ingrese la prensa para que puedan enviar a sus representantes en un grupo de 5 o 6», dijo Solórzano.

El director del INPE, Luis Pérez Guadalupe, declaró previamente que el motín se produjo porque el lunes último se realizó una requisa de objetos prohibidos en dos pabellones de la cárcel y por una supuesta molestia por parte de los presos por la reducción de beneficios penitenciarios.

«Este es un penal con casi el cien por ciento de sobrepoblación», afirmó Pérez Guadalupe.

Según versiones periodísticas, en 2000 y 2001 se produjeron otros motines en la misma prisión. EFE.

Por ccarrera