Estudiantes, profesores y organizaciones sociales convocaron a una manifestación sin permiso del Gobierno. La movilización sucede en un clima de creciente tensión social.
Bajo el lema de la educación pública y en un claro desafío a las disposiciones que impiden manifestarse sin el permiso gubernamental, las agrupaciones estudiantiles convocaron a una marcha masiva en Santiago de Chile para este martes.
En respuesta al llamado, distintas ciudades a lo largo y a lo ancho del país se sumaron, con el apoyo de los estudiantes universitarios y secundarios, así como el plantel docente y organizaciones sociales.
«Vamos a dar una fuerte señal de unidad. Los estudiantes, profesores y trabajadores estamos unidos por la misma causa, que es recuperar la educación pública para Chile«, aseguró el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), Gabriel Boric.
«Marcharemos para decirle al Gobierno y a la sociedad entera que este movimiento social tiene muchos motivos para seguir movilizado», añadió en la rueda de prensa brindada el lunes, en la que ratificó la decisión del estudiantado de salir a las calles.
La manifestación en Santiago comenzó a las 11:30, hora local (15H30 GMT), en el frontis de la Universidad de Santiago, en el oeste de la ciudad, desde donde se movilizaron de forma pacífica por la céntrica Avenida Alameda.
Esta nueva protesta está enmarcada por una serie de marchas no autorizadas por el Gobierno de Sebastián Piñera, comenzada el jueves pasado en un clima de ebullición a raíz de la toma de colegios secundarios y de universidades en reclamo de mejoras.
Carabineros y otros agentes de seguridad desalojaron con violencia a los jóvenes que habían ocupado las instituciones, según denunciaron los alumnos escolares, que cuenta con el apoyo del Colegio de Profesores y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
Aún así, una decena de colegios públicos de Santiago se mantienen ocupados por sus estudiantes, al igual que la casa central de la Universidad de Chile. Vale recordar que el año pasado, los estudiantes protagonizaron más de 40 marchas por Santiago.
El reclamo consiste en una profunda reforma al sistema educativo chileno, herencia de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que redujo a menos de la mitad el aporte público a educación y fomentó la inclusión de los privados.
Como consecuencia de estas reformas, Chile cuenta hoy con uno de los sistemas educativos más desiguales y caros del planeta, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Sólo un 40% de los secundarios estudia en colegios públicos gratuitos y no existe la gratuidad a nivel universitario.