Vie. Sep 20th, 2024

Dos hombres que cambiaron la cara a un Deportivo Quito que parecía hundirse en el primer semestre del año. El técnico Rubén Darío Insúa acertó en las contrataciones y en el estilo de juego, mientras, el ahora vicepresidente Santiago Ribadeneira, fortaleció a la institución que saborea la cuarta corona de su historia deportiva.
El rumbo de los chullas hacia la consecución de su primer bicampeonato giró con un hecho clave: el cambio de directiva a mitad de año. La salida del sillón de Jorge Burbano, que tenía a principios de temporada a un equipo sumido en la incertidumbre y las paralizaciones de los jugadores. Esto sumado a la participación de los ‘chullas’ en la Copa Libertadores, sin auspiciantes en el uniforme. Se presagiaba una campaña catastrófica y con un futuro incierto.
Pero el cambio dirigencial fue un acierto. En julio, la llegada de Santiago Ribadeneira le dio a la institución un respiro. A esto se agregó la continuida del ‘Poeta’ quien nunca dio su brazo a torcer  y siguió firme en el banquillo. Reforzó al equipo con tres jugadores argentinos: Marcos Pirchio, Iván Borghello y Franco Niell, además de la incorporación de un histórico del fútbol ecuatoriano, Iván Hurtado. Los antes nombrados reemplazaron a siete jugadores, entre ellos: Nicolás Asencio, Martín Mandra, Léider Preciado, de bajo rendimiento en el primer semestre. 
Los cambios fueron certeros. Los resultados estuvieron a la vuelta de la esquina. En la segunda y tercera etapa, el plantel azulgrana con sobra de merecimientos ocupó el primer lugar en su  grupo, que lo catapultó a disputar la final del certamen. Ya para los dos partidos finales le cayó al club un regalo navideño. Firmó un convenio con el Grupo SEK que estará a cargo de la institución indefinidamente. Tomó el mando de la entidad, el español Enrique Navas, rector del prestigioso centro universitario. Los cambios le dieron la cuarta estrella  a un club que piensa en grande para el 2010. Aseguran que van por el tricampeonato.

Por ccarrera