Los hoteles israelíes volverán en 2013 al sistema de clasificación por estrellas, dos décadas después de abandonarlo, con el fin de incrementar la competitividad y transparencia en todo el sector, informó hoy el Ministerio de Turismo.
«La clasificación (por estrellas) contribuirá a una mayor transparencia en la industria hotelera, alentará la competitividad y, como resultado, ofrecerá un mejor servicio al turista y mejores precios en los paquetes turísticos», dijo en un comunicado el ministro israelí de Turismo, Stas Misezhnikov.
El puntaje de clasificación será otorgado por el Ministerio a una empresa externa internacional, que se encargará de verificar los servicios y condiciones en cada hotel y concederle la categoría que les corresponda, en un sistema idéntico al que hoy es utilizado en muchos países europeos.
«La graduación será otorgada de acuerdo a los estándares de calidad internacionalmente reconocidos», asegura en su comunicado el ministerio, que se da ocho meses para introducir el nuevo sistema.
La decisión, que revierte otra de hace dos décadas que eliminó el puntaje por estrellas, fue aprobada ayer, martes, por la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento israelí (Kneset), que sin embargo deja abierta la puerta a que los hoteles decidan por sí mismos si quieren o no adherirse al mecanismo.
Los que no lo hagan serán tipificados en la lista del Ministerio israelí de Turismo bajo la condición de «sin clasificar».
Los que sí lo deseen deberán aportar a una empresa externa de clasificación -podría ser Michelín- la información necesaria en 270 criterios de calidad, y de acuerdo a los resultados recibirán de 1 a 5 estrellas, con un signo «+» a su lado para aquellos casos que queden entre dos categorías, según los estándares aplicados en Europa.
Israel eliminó en 1992 el sistema de las estrellas debido a que la clasificación la hacían funcionarios del Ministerio de Turismo, lo que dio lugar a casos de corrupción.
Por ello dejó entonces a criterio de cada hotel la forma en la que anunciarse, con una creciente confusión y quejas por parte de las grandes cadenas hoteleras.
Numerosos establecimientos incluso recurrían a las estrellas de forma no autorizada para captar la atención del turista extranjero, pero lo hacían a su libre albedrío y generalmente exagerando su categoría.