Activistas nipones desembarcaron en islas Senkaku, disputadas entre China y Japón. Se eleva la incertidumbre en los países.
La tensión entre China y Japón por la soberanía de las islas Senkaku, o Diaoyu para Pekín, en el mar de China meridional, se recrudeció este fin de semana con el desembarco de unos nacionalistas japoneses en el archipiélago, provocando una “enérgica protesta” de Pekín.
Las autoridades chinas presentaron ayer una “enérgica protesta” en la embajada de Japón en la capital china por esta visita e instaron a Tokio a que cese este tipo de actos, que dañan su soberanía territorial, informa la agencia oficial Xinhua.
Una flotilla con una veintena de barcos japoneses con unas 150 personas llegó ayer al alba a las Senkaku para reiterar la soberanía de Japón en el archipiélago, constató un periodista de la AFP.
Una decena de nacionalistas desembarcaron en Uotsurijima, la principal isla del archipiélago, para izar la bandera japonesa.
Las ilsas Senkaku, como se denominan en China, no se encuentran habitadas, pero sus aguas son ricas en peces y sus fondos podrían esconder petróleo y gas.