10 ago (EFE).- El arte rebelde del ecuatoriano Oswaldo Guayasamin, fallecido en 1999, se exhibe desde hoy en Brasilia, en una muestra que ha unido en su homenaje a autoridades de Brasil, Ecuador y del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
«Es arte rebelde, mágico y al mismo tiempo trágico, pero también nos habla de ternura y de redención», dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Antonio Patriota, en la inauguración de la exposición «Guayasamin – Continente Mestizo», en el Museo Nacional de Brasilia.
La muestra fue abierta en el marco de las celebraciones del 202 aniversario de la Independencia de Ecuador, que se festeja hoy, y según Patriota, Brasil «se suma a la fiesta ecuatoriana con el marco elocuente que da la obra de Oswaldo Guayasamin».
Al acto asistieron además la ministra de Medio Ambiente, Izabella Teixeira, decenas de parlamentarios y otras autoridades del Gobierno brasileño y personalidades del mundo académico.
La ocasión sirvió para que la oficina de Acnur presentase en Brasil la campaña «Gracias Ecuador», un reconocimiento a la política de esa nación andina en favor de los refugiados y desplazados.
Ecuador es el país latinoamericano que alberga el mayor número de refugiados, que de acuerdo a los datos de Acnur son hoy alrededor de 55.000, de los cuales un 98 por ciento son de origen colombiano.
A partir de mañana, cuando la exposición de Guayasamin abrirá sus puertas para el público, los visitantes serán invitados a posar para fotografías con sus manos extendidas hacia la cámara y debajo de un cartel en el que se lee «Gracias Ecuador».
Para la inauguración era esperado el ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, pero no viajó a Brasilia por problemas de agenda y fue representado por el embajador ecuatoriano en el país, Horacio Sevilla Borja, quien fue amigo personal de Guayasamin.
«Esta exposición es prueba cabal del objetivo de integración cultural que se han trazado Ecuador y Brasil», países a los que la obra de Guayasamin «invita a reflexionar sobre la importancia de valores como son la defensa de la paz y la condena de las tiranías», dijo el diplomático.
En la muestra se exhiben 379 obras del maestro nacido en Quito en 1919, que abarcan casi la totalidad de su vasto universo creativo, que pasó por la pintura, el grabado, el dibujo y la escultura, entre otras muchas manifestaciones artísticas.
La exposición está dividida en las diversas series en que el propio Guayasamin clasificó buena parte de su obra.
Una de ellas es «Huacayñán, el camino del llanto», una serie que dedicó a «los indios, los negros y los mestizos», de quienes decía que encarnaban como nadie a los «oprimidos de América».
De ellos reflejó el miedo y la lucha por la subsistencia de sus culturas y religiones, que palpó durante un viaje que hizo a fines de la década de 1940 por el sur de Estados Unidos, México, Perú, Brasil, Argentina y Uruguay, entre otros países del continente.
Otra serie de fuerte impacto visual y político es «La edad de la ira», que pintó entre 1950 1993 y que su hijo Pablo, presidente de la Fundación Guayasamin, dijo a Efe que fue una de las que realizó con «más dolor», ya que es «la historia del Siglo XX en pintura».
En esas obras, el pincel del artista quiteño plasmó los horrores de la primera y la segunda guerra mundial, del holocausto, la bomba de Hiroshima e incluso de las dictaduras que imperaban en América Latina hace cuatro décadas.
La serie fue pintada entre 1950 y 1993 y, según Walter Barja, el responsable del montaje, uno de los cuadros principales del conjunto es «Lágrimas de sangre», que Guayasamin pintó después del golpe de Estado que en 1973 derrocó al presidente chileno Salvador Allende y que dedicó a su amigo Pablo Neruda, fallecido ese mismo año.
El catálogo de la exposición contiene una frase del maestro, que según su hijo Pablo expresa lo que guió toda su obra: «He pintado como si gritara desesperadamente y mi grito se ha sumado a todos los gritos que expresan la humillación y la angustia del tiempo que nos ha tocado vivir». EFE