10 ago (EFE).- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, destacó hoy los logros económicos de su gestión, entre ellos la reducción de la pobreza, y advirtió de la llegada de «tiempos difíciles» en lo político ante las elecciones presidenciales y legislativas de 2013.
En su último informe de gestión -iniciada en enero de 2007- ante la Asamblea Nacional (Parlamento), Correa señaló que en el último quinquenio la «pobreza por ingresos» se ha reducido en Ecuador de 36,7 % en 2007 al 23,5 % actual, mientras que la «pobreza extrema por ingresos» pasó del 16,5 % al 9,4 %.
No obstante, aclaró que no se puede «alcanzar el ‘buen vivir’ mientras haya un ecuatoriano en condiciones de pobreza extrema» en este país donde, en su opinión, ahora manda el pueblo.
Asimismo, destacó el aumento en la inversión social y avances en el sector laboral, en el que la tasa de desempleo bajó del 9,1 % en 2007, cuando asumió el poder, al 5,2 % actual.
El gobernante apuntó que «el imperativo moral es eliminar la pobreza y la desigualdad».
«Hemos hecho lo que hemos podido, aunque no todo lo que hubiéramos querido», dijo Correa en su último informe a la nación de su Gobierno.
Correa señaló que deja un país «mucho mejor» de aquel que encontró pero apuntó que «falta mucho más por hacer» y sostuvo que no es hora de las grandes complacencias sino de grandes desafíos por lo que invitó al pueblo a no caer en el conformismo.
En lo político se refirió al reciente escándalo que ha desatado la supuesta adhesión fraudulenta para inscribir y reinscribir agrupaciones políticas con miras a las elecciones del próximo año y que ha volcado a la ciudadanía a la Fiscalía, donde se han reportado ya más de 21.000 denuncias.
El escándalo llevó al Consejo Nacional Electoral (CNE) a anunciar la revisión de la totalidad de las firmas, un proceso que no alterará el calendario electoral, según su titular, Domingo Paredes.
El 17 de febrero de 2013 tendrá lugar la elección legislativa y la primera vuelta presidencial en la que la participación de Correa aún no se confirma.
Paredes ha criticado la posibilidad de que para el registro en el CNE, grupos políticos hayan contratado a «empresas» dedicadas a recolectar firmas, mientras se mantiene la incertidumbre sobre si organizaciones políticas compraron firmas o bases de datos para inscribir a sus agrupaciones.
El pasado lunes, como director nacional del movimiento Alianza País, Correa declaró una «vigilia ciudadana» para evitar que se concrete un supuesto fraude político por las presuntas adhesiones fraudulentas y hoy se mostró dispuesto a pedir una licencia en su cargo para «vigilar» que se revise la totalidad de las firmas y que «no se burle la Constitución y las leyes».
«Si tengo que pedir licencia como presidente para ser yo mismo el primer ciudadano en estar en las calles para que se sancione la corrupción, dirigir la protesta ciudadana ante este nuevo abuso de la partidocracia moribunda, así lo haré», dijo tajante Correa.
También dirigentes de grupos políticos en la oposición han pedido una revisión transparente de las firmas, así como sanciones a los responsables de lo que Paredes ha definido como un «ataque masivo a la confianza del ciudadano y al sistema democrático».
Correa aprovechó su informe de gestión para pedir en el seno de la Asamblea «mejorar sustancialmente la calidad» del Parlamento y no permitir que gente que considera no calificada represente al pueblo.
«Se vienen tiempos difíciles, pronto tendremos elecciones en donde, como siempre, los sepultureros de la patria pretenderán presentarse como sus resucitadores y harán lo imposible por detener este proceso histórico que (….) ya es una leyenda viviente», indicó Correa.
Sin dar nombres, dijo que «la peor basura del país quiere de nuevo salir a flote» y comentó que «los ciudadanos sabremos poner a esta escoria en el tacho de la basura de la historia». EFE