Ola de sangre en el suburbio tiene en pánico a habitantes

El pasado sábado en horas de la noche, nuevamente el suburbio fue el escenario sangriento, donde una balacera dejó como saldo las muertes de José Roberto Chévez Cazalombo (25) y Miguel Oswaldo Villamar Wilson (21), quienes al trasladarse en una moto fueron interceptados en las calles 23 y la M por un grupo de desconocidos que les dispararon para luego huir sin rumbo en un vehículo marca Chevrolet Aveo, color negro .

En la morgue de la PJ, familiares de las víctimas desconsolados y sin asimilar lo que estaban viviendo, contaron lo sucedido tratando de buscar una respuesta del por qué les habían arrebatado de manera tan cruel a sus seres queridos.

LES ROBARON Y LOS ASESINARON

Ángel Chévez, padre de José Roberto, manifestó que al momento de la tragedia su hijo se dirigía a su domicilio, ubicado en la Isla Trinitaria, junto a Villamar, cuando unos antisociales por robarles les realizaron varios disparos. Después de que se llevaron las pertenencias de sus víctimas huyeron, dejándolos tirados en plena calle.

Chévez murió en el acto, mientras que Miguel Villamar Wilson fue trasladado al hospital Guayaquil, donde los galenos solo pudieron confirmar su deceso.

Chévez Cazalombo era soldador de profesión y deja en la orfandad a un menor de 8 años. Villamar Wilson, quien se ganaba la vida como comerciante deja a cuatro menores, el menor de ellos nacido hace cuatro días.

EXIGEN JUSTICIA

Con impotencia e indignación, Lidia Cazalombo y Cecilia Wilson, madres de los hoy occisos exigen justicia por la muerte de sus vástagos. Manifiestan que sus hijos eran padres de familia que se dedicaban a trabajar y no tenían problemas con nadie. «Los mataron de una manera cruel y despiadada. Exijo justicia, porque ya es hora que la policía haga algo para frenar tanta maldad y violencia», manifestó entre llanto Cecilia Wilson Chang. (PD)