El aborto ha sido por siempre un tema en el que difícilmente nos pongamos de acuerdo. Quizá algunos tacharán de ‘pecado’ este proceso, que en el país es ilegal.
Pero aparte de todo este bagaje de pensamientos, varias ‘voluntarias’ se han apostado en las afueras de los centros donde ilegales donde se ofrece este servicio, con el fin de convencer a las mujeres de no abortar. Voluntariado bastante fuera de lo común y quizá un poco intromisorio, en todo caso la protesta debería centrarse en la clínica que ofrece procedimientos que arriesgan la vida de miles de mujeres. El asunto no está en convencer a las mujeres de continuar con sus embarazos, sino de educar a las niñas en cuanto a la sexualidad y a la forma de cuidar el propio cuerpo. Las cosas no están por el camino correcto.