Fluminense llegó ayer a Quito, en donde mañana se medirá a Liga en el partido de ida por la final de la Copa Sudamericana, sin ninguna preocupación en torno a la altitud de la capital ecuatoriana.
El club tricolor de Río de Janeiro considera que puede superar los problemas generados por la altitud si mantiene su actual campaña, ya que con la victoria por 0-3 que cosechó el domingo a domicilio frente al Sport por el Campeonato Brasileño, completó trece partidos sin perder y siete victorias consecutivas.
‘Flu’, que llegó a la final de la Sudamericana tras eliminar en semifinales al Cerro Porteño paraguayo, también confía en el olfato goleador de su actual estrella, el delantero Fred, cuyo regreso a las canchas tras una complicada lesión coincide con la fase invicta del equipo.
“No tengo ninguna experiencia en la altitud, pero ya conversé con el fisiólogo Mauricio Negri y él me dijo que los problemas serían más psicológicos. Entonces ya no estoy preocupado y estoy listo para ayudar”, dijo Fred antes del embarque de la delegación en Sao Paulo.
“Vamos a llegar con calma y a aprovechar para descansar lo máximo posible hasta el partido del miércoles”, agregó el centrocampista Mauricio, al indicar que la principal preocupación es el cansancio de los titulares que están disputando simultáneamente y sin relevo el Campeonato Brasileño y la Copa Sudamericana.
El preparador físico del Fluminense, Ronaldo Torres, aseguró que el equipo está en condiciones de jugar sin dificultades en los 2.580 metros de altitud de Quito y que el principal problema será adaptarse a la velocidad del balón en los minutos iniciales del partido. El 2 de diciembre en Brasil será el cotejo de vuelta. EFE
