Mauro, 45 años. Mi esposa me encontró en la cama con su amiga. Desde ese día me hace la vida imposible. Soy un hombre de cabeza fría y pienso mucho antes de actuar, pero esa mujer me tenía con la temperatura al máximo. Tuvo una mala racha económica y nos pidió posada por unos días. La muy pícara aprovechaba los momentos en que mi señora salía a tienda y me mostraba sus partes íntimas. Además me decía que necesitaba que un hombre de verdad le haga el amor. Lo cierto es que un día no aguanté y decidí pegarme un rapidito con la amiguita. Mi mujer nos botó de la casa. Ahora no me deja ver a mis hijos y no me da la oportunidad de explicarle lo que pasó