29 jul (EFE).- El serbio Novak Djokovic, el británico Andy Murray y el español David Ferrer, subsistieron a una sesión engorrosa, condicionada por la inevitable lluvia londinense, que reveló alguna de las carencias de la organización, patentes en este inicio competitivo.
Tres de los más evidentes candidatos al podio olímpico, junto al suizo Roger Federer, padecieron la inestabilidad de la sesión. Largos parones e interrupciones, que solo permitieron la finalización de once de los 48 partidos incluidos en el orden de juego. Cinco del cuadro masculino. Otros tantos del femenino y uno del dobles de mujeres.
Murray, no obstante, apenas sufrió la incomodidad del día. Su encuentro estaba incluido en el programa de la pista central, la única con posibilidad de cubierta. Fue la única que cumplió el horario tal y como estaba previsto.
El ídolo local salió airoso con solvencia del choque ante el suizo Stanislas Wawrinka (6-3 y 6-3), al que superó para alcanzar la segunda ronda. El tenista escocés, finalista en Wimbledon hace tres semanas, pretende convertirse en el primer británico en colgarse un metal en tenis desde que Tim Henman y Neil Broad lograran la plata en Atlanta 1996.
Jugará ante el finlandés Jarkko Nieminen, que superó al indio Somdev Devvarman por 6-3 y 6-1.
Al igual que Roger Federer, Djokovic se dejó un set en el camino. Necesitó las tres mangas para superar al italiano Fabio Fognini (6-7(9), 6-2 y 6-2). El balcánico, pendiente del oro y de recuperar el número uno no pudo cerrar la primera manga antes del primer aguacero. En la reanudación, casi cuatro horas más tarde, el transalpino decidió apurar la situación de su rival, que cedió el parcial pero remontó de forma contundente.
«No jugaba un partido oficial desde Wimbledon y me ha costado coger el ritmo en el primer set y medio», reconoció Djokovic.
Ferrer padeció una situación similar al balcánico. El español, que el sábado selló su pase en la competición de dobles junto a Feliciano López, logró su primera victoria como olímpico en el torneo individual después de superar al canadiense Vasek Pospisil por un doble 6-4.
«No ha sido fácil. Parábamos y volvíamos. Ya sabemos como va esto en Londres. Empecé nervioso. Me costó arrancar y en el segundo set jugué mas tranquilo y jugué mejor», dijo el español.
También salió airoso el francés Jo Wilfried Tsonga, quinto favorito, que tuvo que remontar ante el brasileño Thomaz Bellucci (6-7(5), 6-4 y 6-4). Igual que el japonés Kei Nishikori, que aprovechó dos desempates para deshacerse del australiano Bernard Tomic (7-6(4) y 7-6(4).
Maria Sharapova y la alemana Julia Goerges acapararon el protagonismo del cuadro femenino. La rusa porque selló en Londres su debut olímpico. Fue autoritario. Digno de una favorita. La campeona de Wimbledon en el 2004 arrolló a la israelí Shahar Peer, a la que batió por 6-2 y 6-0 en menos de una hora.
«He necesitado muchos años para llegar hasta aquí. Así que ha sido un momento muy especial. Además en Wimbledon. Es una oportunidad única para todos los que han llegado aquí. He esperado este momento desde que era una niña. Así que ha sido bonito lograr una victoria en mi primer partido olímpico», dijo la rusa emocionada.
Goerges echó por tierra las aspiraciones de la segunda raqueta del circuito femenino. Eliminó a la polaca Agnieszka Radwanska en el partido de apertura de la sesión (7-5, 6-7(5) y 6-4).
Además, la kazako Yaroslava Shvedova batió a la rumana Simona Halep (6-4 y 6-2), la georgiana Anna Tatishvili a Stephanie Vogt, de Liechtenstein (6-2 y 6-0) y la húngara Timea Babos a Galina Vokosboeva (6-4 y 6-2).
Las chinas Na Li y Shuai Zhang frustraron las intenciones de las argentinas Gisela Dulko y Paola Suárez, que afrontó sus terceros Juegos Olímpicos (6-4 y 6-2) con un bronce en Pekín 2008. EFE