21 jul (EFE).- Los agentes especiales y artificieros han conseguido eliminar «las principales amenazas» en el apartamento del sospechoso de asesinar a por lo menos 12 personas en un cine cercano a Denver, Colorado (EE.UU.), después de que tendiera una compleja «trampa explosiva» que poco a poco van desarticulando.
Alrededor de las 14:00 hora local (18:00 GMT) los artificieros realizaron una detonación controlada para desactivar una de las trampas con cables que James Holmes, sospechoso del tiroteo de la madrugada del jueves al viernes en un cine en Aurora, a las afueras de Denver, había colocado en su casa.
Según el jefe del departamento de policía de Aurora, Dan Oates, tras la exitosa detonación controlada «las principales amenazas han sido eliminadas», aunque aún no pueden descartar peligros mientras extraen los dispositivos explosivos para detonarlos en lugar seguro.
«No se llamen a dudas este apartamento estaba diseñado para matar a aquel que entrara y lo más probable es que esa persona fuera un oficial de policía», aseveró Oates.
El jefe de la división de Denver del FBI, Jim Yacone, dijo que los equipos de desactivación se enfrentaban a «un ambiente extremadamente peligroso», como un cable conectado desde la puerta con viarios dispositivos explosivos e incendiarios.
Éste es el segundo episodio del tiroteo en un cine en Aurora, la madrugada del viernes, cuando Holmes, exalumno de 24 años de un doctorado en neurociencia, irrumpió en la sala 9 del multicines «Century 16» y la emprendió a tiros con los asistentes al estreno de la última secuela de Batman, «The Dark Knight Rises».
Tras la masacre a tiros, que Holmes perpetró pertrechado con protecciones antibalas en todo el cuerpo y una máscara de gas, el tirador se rindió a la policía y confesó que había almacenado grandes cantidades de explosivos en su casa, en un edificio de apartamentos.
Los agentes dedicados durante más de 24 horas a examinar y desactivar las «trampas explosivas» del apartamento, cercano al cine, comprobaron con sorpresa la sofisticación del complejo de cables y explosivos de Holmes.
Los agentes han hallado explosivos, material incendiario, líquidos inflamables y revistas relacionadas dentro de la vivienda que Holmes ocupaba desde mayo del 2011, además de constatar un gran número de compras por internet y envíos de material en los últimos meses.
Los jefes del operativo consideraron que Holmes, de 24 años y que abandonó recientemente sus doctorado en neurociencia, actuó de manera «calculada y deliberada» para causar daño.
Los investigadores aún se preguntan cómo este joven pudo conseguir el conocimiento y habilidad para instalar tan sofisticados explosivos, que podrían incluir productos químicos para intensificar el alcance de los daños y decenas de explosivos y proyectiles.
«No vamos a hablar sobre el motivo» del ataque, enfatizó el jefe Oates, mientras que el agente del FBI afirmó que se necesitarán semanas o meses para determinar con detalles los planes del detenido, que servirán para consolidar su caso en el tribunal, donde comparecerá por vez primera este lunes.
Mientras tanto, de los 58 heridos, 7 continúan en estado crítico, en hospitales de la zona de Denver, aunque los doctores no temen por su vida, ya que se mantienen estables por el momento.
Una de las personas en estado grave es Ashley Moser, de 25 años, cuya hija Verónica, de 6 años, se convirtió hoy en la víctima mortal más joven de la matanza.
Según confirmó una familiar a la cadena NBC, Ashley Moser sufre heridas de bala en cuello y abdomen y está paralizada.
Varios puntos improvisados en la localidad de Aurora recuerdan a la memoria de las víctimas, cuyas identidades están siendo reveladas por los medios estadounidenses poco a poco, para evitar que los familiares conozcan el fallecimiento a través de la prensa.
La mayoría de las víctimas confirmadas estaban en la veintena, como Matt McQuinn, que falleció al proteger con su cuerpo la vida de su novia o Alex Sullivan que celebraba el día del tiroteo su cumpleaños y este domingo cumplía un año de casado.
Los hospitales que atienden a las víctimas y a los familiares han preparado equipos de psicólogos para tratar los traumas que podrían sufrir tras una experiencia tan traumática. EFE