Jue. Sep 19th, 2024

La realidad de José Miguel Mancero se torna difícil con relación al proceso legal que se ejecuta en su contra por la acusación de intento de violación y por el accidente de tránsito que habría ocasionado.
Sobre la denuncia por acoso sexual, una joven de 20 años asegura que Mancero la habría llevado por la fuerza desde el malecón del cantón La Libertad hasta su departamento en Salinas y allí habría tratado de abusar sexualmente de ella.
José Miguel contrastando la información certifica que llevó a la mujer a su departamento porque ella le pidió que le enseñara modelaje. «Fue a ver unas fotografías, allí estaba mi madre y otra persona», indicó el exconcursante del reality de Ecuavisa, ‘Escuela de Famosos’. Ante estas aseveraciones el juez resolvió accionar la instrucción fiscal.
Sobre el accidente de tránsito que ocasionó Mancero en su intento de fuga se concretó que todo inició la noche del lunes cuando la figura de pantalla, a bordo de un auto Hyundai Tucson, era perseguido por varios patrulleros. Según el parte policial, los agentes pretendían capturarlo luego de que una mujer realizara una llamada de auxilio al 911 y lo acusara de intento de violación.
Fruto de la persecución, que inició en la parroquia de Anconcito y que culminó en el centro de Salinas por una mala maniobra del modelo su auto impactó al vehículo donde se movilizaba Luis Pazmiño y su novia, Patricia Flores quienes resultaron heridos. Ambas víctimas fueron hospitalizadas. Sin embargo, la mujer permanece en estado de coma y se encuentra asilada en el Hospital Naval del Puerto Principal.
Por este delito Mancero se declaró inocente y convulsionando la referida cita legal, el modelo indicó: «Hoy todos en el país van a saber que sufro de delirio de persecución, fobia, ansiedad, no soy un loco o psicópata, pero sí tengo complicaciones psicológicas. Por eso decidía salir de los programas de televisión, no me hagan este daño, quiero mi libertad para curarme», señaló.
Mancero continuará detenido durante las indagaciones de ley. Dura realidad.

Por kochoa