Desde pequeño ama la música. Sus padres le inculcaron la pasión y entrega necesaria para brillar en escena.
Stahl es un cantante ecuatoriano, quien descubrió su pasión por la música a los tres años de edad mientras daba serenatas a sus vecinos, cantando una canción de Pedrito Fernández, que entonaba con mucha gracia al ritmo de una guitarra de plástico.
El talentoso artista quiteño de 35 años, contó además, que otras de las experiencias infantiles, que lo acercaron al canto fue el recuerdo de la música clásica, que entonaba su madre en la época de su niñez y cuyo talento siente que le circula por las venas.
Recordó que sus pininos en torno a su preparación musical empezaron a los seis años. “Sus padres viajaron a los Estados Unidos, donde recibió clases de violín durante tres años, pero a su retorno al Ecuador cambió este instrumento por la guitarra eléctrica y se dedicó al rock”, dijo.
“Durante mi época colegial formé varias bandas y me especialicé en música de Guns N´ Roses, Skid Row, Metallica y Bon Jovi y decidí prepararme en canto. Estudié con los maestros Patricio Aizaga y Carmen Alonso en la Sinfónica Juvenil y con Olga Dobrovolskaya”, mencionó.
Tiene un gran recorrido por el mundo musical. Ha formado parte de varios coros. Ha participado en festivales de música sacra y se ha preparado en torno a varios estilos musicales y estéticos vocales con el fin de entregarle lo mejor a su fanaticada.
Es seguidor de la discografía de Sinatra, Sammy Davis Jr, Dean Martin, Elvis Presley y Ray Charles, a quienes considera artistas completos porque no solo han explotado su capacidad vocal, sino interpretativa, teatral y con un dominio y carisma escénico inigualable.
En la actualidad, Stahl promociona en el país su primer trabajo discográfico en el que incluye música sacra, italiana, jazz, blues y rock sin olvidar los boleros y las melodías ecuatorianas, a las que ama con toda su alma. (AHÍ)