12 jul (EFE).- El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, tuvo conocimiento de los sobornos de la empresa ISL a Joao Havelange y Ricardo Texeira gracias a un pago que por error llegó a una cuenta del organismo rector del fútbol mundial.
Este hecho pudo saberse hoy después de que el propio Blatter admitiera, en una entrevista con FIFA.com, que él es el anónimo «P1» que aparece en el auto de sobreseimiento de la instrucción penal abierta por la Fiscalía del cantón suizo de Zug por «gestión desleal» de la FIFA, «apropiación indebida y eventualmente gestión desleal» de Havelange y Teixeira.
«Señor Blatter, ¿es usted P1?. «Efectivamente», responde el presidente de la FIFA.
«¿Por qué se ha decidido mantener el anonimato? Así, nunca se terminarán las conjeturas». Blatter contesta que el tribunal federal suizo decidió que se mantuviera en el anonimato «los nombres de terceros no acusados».
«Yo no he sido acusado y, por tanto, permanezco de forma anónima como P1, lo cual, para ser sincero, no es difícil de adivinar», añade.
La aclaración sobre la identidad de «P1» por Blatter se produce 24 horas después de la resolución judicial del tribunal federal suizo que autoriza la consulta del auto de archivo del caso ISL por la fiscalía del cantón de Zug el 11 de mayo de 2010.
«P1» (Blatter) aparece citado en tres ocasiones en el documento hecho público por la propia FIFA, que ayer, miércoles, reaccionó con satisfacción al dictamen, ya que en su opinión, «como ya hizo saber la Fiscalía de Zug en junio de 2010», ratifica que Blatter «no está involucrado en este caso».
La primera cita se refiere a la firma el 12 de diciembre de 1997 entre la FIFA e ISL de la transferencia de los derechos audiovisuales de las competiciones de la organización hasta 2006. Firman por parte de la FIFA: «Inculpado Joao Havelange y P1».
«P1» (Blatter) también participó en una reunión el 21 de septiembre de 2009 para recibir información de la fiscalía de Zug sobre los hechos investigados y la posibilidad de que Havelange y Texeira resarcieran parte del daño causado como paso previo para archivar el caso.
En la tercera mención, el auto de archivo señala que «no se puede poner en tela de juicio la constatación de que la FIFA tenía conocimiento de pagos de soborno a personas pertenecientes a sus órganos».
El auto alude al testimonio como «testigo» prestado por el «antiguo jefe de finanzas» de la FIFA, en el que sostuvo que «el pago» de un un millón de francos suizos (1,015 millones de dólares) destinado a Havelange «entró por error directamente» a una cuenta de dicho organismo, «teniendo conocimiento de ello no sólo él, sino también, entre otros, P1 (es decir, Blatter)».
En la entrevista de hoy con FIFA.com, se le dice a Blatter que «seguro» que sabía algo. Responde: «¿Qué? ¿Las provisiones que se pagaron? En ese entonces tales pagos podían descontarse como gastos de la empresa e incluso de los impuestos. En la actualidad sería sancionable».
Y añade: «El pasado no puede medirse con los patrones actuales, si no acabaría siendo un juicio de índole moral. De modo que no pude haberme enterado de un delito que no era tal».
El auto revela que Teixeira percibió de ISL al menos 12,74 millones de francos suizos (13 millones de dólares al cambio actual) entre 1992 y 1997 y Havelange 1,5 millones de francos suizos (1,53 millones de dólares) en 1997.
El documento no se podía divulgar desde junio de 2010, poco después que la fiscalía, la FIFA y dos de los hombres más poderosos del fútbol mundial lograron un acuerdo para archivar la investigación.
La FIFA, Havelange y Teixeira habían abonado 5,5 millones de francos suizos (5,9 millones de dólares al cambio actual), como resarcimiento por los daños causados, para archivar las investigaciones del fiscal Thomas Hildbrand, bajo la condición de que sus nombres permanecieran en secreto.
Los distintos pagos acreditados por la investigación judicial y descubiertos en cuentas personales de Havelange y Teixeira o de empresas vinculadas a ellos ascendieron a 21,9 millones de francos suizos (22,3 millones de dólares) entre 1992 y 2000.
Havelange fue presidente de la FIFA entre 1974 y 1998. Teixeira dirigió el fútbol brasileño entre 1989 y marzo de 2012.
En relación con el caso ISL, Havelange, de 95 años, comunicó su dimisión al presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, como miembro de esta organización el 5 de diciembre de 2011.
Preguntado por FIFA.com si convocará a Havelange para que rind cuenta ya que sigue siendo presidente honorario del organismo, Blatter respondió: «No entra dentro de mis competencias llamarlo a rendir cuentas. El congreso (de la FIFA) lo nombró presidente honorario y solo el congreso podrá decidir sobre su futuro».
Por su parte Teixeira, de 64 años y yerno de Havelange, dejó la presidencia de la CFB y la jefatura del Comité Organizador del Mundial de 2014 el 12 de marzo pasado. Tres días después, renunció como miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA.
Ninguno de los dos, señala el auto, reveló ni transmitió a la FIFA los pagos que percibieron ligados a su actividad dentro de este organismo, por lo que se confirma que existió «infracción del deber» y que la misma ocasionó un daño a la FIFA y un enriquecimiento de los sobornados.
ISL, fundada en 1982, quebró en mayo de 2001. La empresa de mercadotecnia deportiva llegó a tener una cifra de negocios con la FIFA de 2.200 millones de francos suizos (2.400 millones de dólares). EFE