En esta nota puede enterarse al punto que llegan las administraciones, cuando se trata de sacarle dinero a los contribuyentes.
A la hora de recaudar, los gobiernos del mundo usan toda su creatividad. Al punto de que se les va la mano y terminan aprobando impuestos que rayan en lo absurdo.
Estados Unidos es unos de los países que cuenta con algunos rubros realmente llamativos. Uno de ellos, está vigente en el Estado de Maryland, norma a pagar $250 anuales por conectar su taza de inodoro al alcantarillado y $30 anuales si tienen su propio pozo séptico.
Asimismo, la preocupación por el calentamiento global ha hecho que países europeos como Dinamarca o Irlanda se planteen la posibilidad de poner un impuesto a las flatulencias de las vacas. De acuerdo con la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura), una vaca emite de 4 toneladas de metano al año en eructos y flatulencias, mientras que un vehículo genera 2.7 toneladas al año.
Pero más polémica es la propuesta lanzada por el economista nipón Takuro Morinaga, quien sugiere que los hombres más guapos y solteros deberían pagar el doble de impuestos que los menos agraciados. De este modo, asegura, se podría acabar con los problemas de descenso de natalidad que sufre Japón, cuyo gobierno está considerando la idea.
Pero sin lugar a dudas, los más afortunados con estos insólitos impuestos son los habitantes de Hawaii, ya que por tener plantado en su jardín un árbol protegido y cuidarlo, suponen una deducción de $3.000 en las declaraciones de la renta.
Los gorditos tampoco se salvan
Al norte de Europa, el gobierno de la República de Finlandia estuvo apunto de aprobar una subida de las tasas a las personas obesas, para hacer frente a los gastos médicos ocasionados por las enfermedades relacionadas con el sobrepeso. Pero, la medida también iba asociada a una reducción del IVA para todos los vendedores de bicicletas.