Indígenas colombianos denunciaron el asesinato en las afueras de Bogotá de un aborigen y reclamaron acciones del Gobierno para preservar la vida, cultura y lengua de su comunidad.
El gobernador de la comunidad Misak, Anselmo señaló que se cumplió con un ritual que consistió en marchar por unos dos kilómetros con el difunto.
El dirigente manifestó que la marcha tenía por objeto dar a conocer a la población lo que está sucediendo y pedirle al Gobierno y a los alcaldes de la zona que tomen medidas para proteger la integridad de los aborígenes asentados en el territorio.