En búsqueda de historias macabras, encontramos en la red una carta escrita poco antes de que su autor le ponga fin a su vida.
“Si estás leyendo esto significará que ya no existo. Hoy, 29 de noviembre de 2009 a las 3h00, he decidido por voluntad propia y sin ninguna clase de coacción externa, poner fín a mi vida, y lo hago siendo consciente de que lo que me espera al otro lado es el vacío más absoluto, la nada, la inexistencia.
Fui un iluso durante todos estos años al pensar que exitiría un papel para mí en esta pantomima, en este esperpento ridículo de sociedad, que finalmente encontraría mi lugar en el mundo, que lograría alzarme victorioso y alcanzar la meta para la que nací y para la que he estado preparandome durante toda mi miserable existencia.
Mis ojos se inundan de lágrimas cada vez que pienso que me iré sin haber conocido a una sola persona con la que compartir todo lo que llevo dentro. ¡Oh, malditos que me pisoteáis sin piedad! Ya es demasiado tarde para la autocompasión, soy débil y no he tenido el coraje necesario para seguir adelante, ya es tarde, las fuerzas me abandonan, la vida se me escapa. Me voy de este mundo y me voy solo”.
Último relato de Kurt Cobain
“…Me siento increíblemente culpable. Por ejemplo, cuando se apagan las luces antes del concierto y se oyen los gritos del público, a mí no me afectan tal como afectaban a Freddy Mercury, a quien parecía encantarle que el público le amase y adorase…” Este es un pequeño párrafo de la carta final de Kurt a su esposa Courtney antes de suicidarse.