Mauricio Altamirano, reportero de farándula, sueña en convertirse en un periodista investigativo. El “Cuy” recrimina a algunos famosillos y una vez más muestra que dio vuelta a la página. Le saca el jugo a su trabajo.
QUIERE SER MÁS
QUE FARANDULERO
Mauricio Altamirano sueña en convertirse en un periodista de investigación. Dice que le fascina el trabajo de campo. Nos comentó que su meta era ingresar a un noticiero. “Lamentablemente este objetivo hasta el día de hoy no se ha realizado, pero aún guardo las esperanzas”, recalcó.
El “Cuy” no se arrepiente de incursionar en la farándula, ya que en este campo sobresalió y fue donde lo conocieron.
Altamirano está contento porque hace algunos días, recibió una condecoración por parte del Municipio de Manta, como mejor reportero de “Vamos con todo”.
APRENDIÓ A CAMELLAR
El reportero de RTS está convencido que hace bien su tarea periodística. Asegura haber puesto en práctica todo lo que aprendió de su mentor, Steven Macías.
Según Altamirano, el ex director de “Caiga quien caiga con Marián”, le enseñó algunos truquitos sobre este oficio. “Las tácticas que aprendí de Steven, me han mantenido en el programa líder de los espectáculos”, acotó.
LA POLÉMICA LE DEJÓ MUCHOS SIN SABORES
El “Cuy” reconoció, que en la farándula criolla conoció muchos sin sabores. “Me di cuenta que algunos famosos, sin tener calidad moral, se atreven a cuestionar a terceras personas”, señaló.
Mauricio, dijo que esa parte de su trabajo, fue el que siempre le molestó, ya que “miran la paja en ojo ajeno”. ¡Noticia..!
No quiso dar nombres. Solo atinó a decir: “Son unos hipócritas, al que le toque el guante que se lo chante”, sentenció.
EXTRAÑA A DIOS
Lo único que lamenta Mauricio, es que por su pasión al periodismo, no tenga tiempo para asistir con la frecuencia adecuada a su iglesia.
Afirmó que antes de salir de su natal Macas, se bautizó en aguas evangélicas y que hasta integró un grupo de alabanza, donde predicó la palabra del Señor. “Eso me hace mucha falta”, concluyó el “Cuy” que ahora es todo un angelito. Se le acabó la novatada.