El primer ministro de Italia, Mario Monti, consideró que una suspensión temporal “de dos o tres años” en la competición futbolística italiana profesional podría ser algo bueno, tras los nuevos escándalos de apuestas y fraude que han sacudido al ‘calcio’.
“No es una propuesta y mucho menos una propuesta del Gobierno. Es un deseo que a veces me planteo yo, que fui un apasionado del fútbol durante muchos años, y a veces me pregunto si no sería una buena idea una suspensión de dos o tres años de este juego, visto el caos, para favorecer una maduración absoluta”, afirmó.
Durante la jornada del martes el actual entrenador de la Juventus, Antonio Conte, y el internacional italiano Domenico Criscito, recibieron la notificación de su inclusión en el registro de los investigados por su supuesta implicación en la trama, mientras que el capitán del Lazio, Stefano Mauri, fue arrestado.