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17 may (EFE).- El Allianz Arena de Múnich, escenario de la final de la Liga de Campeones entre el Bayern y el Chelsea, se inauguró en 2005 tras un proceso de construcción de 3 años y una inversión cercana a los 340 millones de euros (432,6 millones de dólares).

La construcción fue un proyecto común del Bayern y del 1860 Múnich que en un principio debían ser propietarios del estadio por partes iguales. No obstante, los problemas deportivos y económicos del 1860 llevaron a que en 2006 el Bayern se convirtiera en propietario único.

El nuevo estadio del Bayern, inaugurado en mayo de 2005, fue una obsesión de parte de la directiva del club lo que produjo algunas críticas de quienes defendían el viejo Estadio Olímpico de Múnich, donde el club bávaro se había hecho grande.

Sin embargo, el club quería un escenario dedicado plenamente al fútbol y al final recibió la autorización de las autoridades municipales para la construcción, tras un referendum en el que el «sí» obtuvo el 65,8 por ciento de los votos.

El estadio tiene un aforo de 69.901 personas que, cuando por razones de seguridad se eliminan los puestos de pie, se reduce a 66.000 espectadores.

El Allianz Arena fue el escenario del partido inaugural del Mundial de 2006 en el que Alemania derrotó a Costa Rica por 4-2 y de la semifinal en la que Francia derrotó a Portugal por 1-0.

La final en casa en esta temporada era un sueño para el Bayern y el presidente, Uli Hoennes, ha dicho que llegar a ese compromiso era el objetivo primordial de la temporada. EFE

Por sfeijoo