La cantante Donna Summer, fallecida hoy a los 63 años a consecuencia de un cáncer, fue la reina indiscutible de la música disco que inundó las salas de baile de todo el mundo en la década de los años 70.
Como muchas de las grandes voces de la música norteamericana de la época, Summer, cuyo verdadero nombre era LaDonna Adria Gaines, comenzó su carrera como cantante de música gospel en la iglesia a la que acudía puntualmente cada semana con su familia.
Estas actuaciones en el coro de la iglesia de su barriada en Boston (EE.UU.) cuando apenas tenía diez años la animaron a intentar ganarse la vida con su voz, con la que intentaba imitar a las míticas cantantes y grupos femeninos del sello Motown.
Antes de que su sonido fuese reconocido internacionalmente, la cantante vivió durante varios años en Alemania, donde llegó tras participar en la versión europea del conocido musical «Hair».
En Europa publicó su primer trabajo discográfico en solitario, «Lady of the Night» (1974), donde estaba incluido el tema «The Hostage». Sonó con fuerza en Bélgica y Holanda, aunque no fue publicado en su país natal.
Pero la sensual «Love to Love you Baby» se convirtió un año después en la espita que necesitaba Donna Summer para incendiar las noches en discotecas de medio mundo durante casi una década y convertirse así en la reina por excelencia de la música disco.
Este tema, que alcanzó el segundo puesto en la lista Billboard Hot 100, fue producto de la colaboración de Summer con los productores Peter Bellotte y Giorgio Moroder, fusión de talentos fundamental para lograr un sonido propio que la convirtió en pionera del «tecnodisco».
Este éxito se produjo a pesar del veto de numerosas estaciones de radio europeas y estadounidenses debido a su voz susurrante y a los gemidos que se escuchan en este tema.
La repercusión de «Love to Love you Baby» se tradujo en la grabación en Estados Unidos de su secundo disco, «Trilogy of Love», al que siguieron «Once Upon a Time» y «I Remember Yesterday».
La fama de Summer en la década de los setenta la llevó a protagonizar junto al actor Jeff Goldblum la película titulada «Thank God it’s Friday (Por fin es viernes)» (1978), en la que encarnaba a una joven que quería ser una estrella de la música disco.
En la banda sonora de esta película estaba incluido su primer gran éxito, pero destacaba además «Last Dance», canción con la que consiguió un Grammy y el Oscar a la Mejor Canción en 1979.
Otro disco que la aupó a los primeros puestos de las listas mundiales fue «Live and More, Bad Girl», en el que estaban incluidos los éxitos «Hot Stuff», «Bad Girls» y «No More Tears (Enough is Enough)», a dúo con Barbra Streisand.
Este disco, con el que Summer empezaba a dejar atrás la música disco para incorporar ritmos de soul, rithm & blues y rock, se convirtió en un auténtico éxito de ventas, con cerca de cuatro millones de copias vendidas en todo el mundo.
El tema «Hot Stuff», con el que ganó otro premio Grammy, volvió a popularizarse más de una década después al ser incluido en la banda sonora de la popular película inglesa «The Full Monty».
En 1981 apareció su álbum doble «On the Radio», en el que se agrupaban sus grandes éxitos hasta el momento, y posteriormente publicó «The Wanderer», su primer trabajo con música no disco y en el que colaboraron el productor Quincy Jones, Michael Jackson y Stevie Wonder, entre otros.
Este trabajo discográfico fue la consecuencia de la evolución musical de la cantante, que quería alejarse de las pistas de baile, lo que provocó la ruptura con su casa discográfica hasta el momento, Casablanca, aunque posteriormente tuvo que volver a grabar otro disco con ellos para cumplir el contrato que tenía firmado.
Se trató de «She Works Hard for the Money», cuyo tema homónimo fue merecedor de otro premio Grammy.
Pero los éxitos fueron acompañados de problemas con una adicción a los medicamentos de la que le costó años salir y una polémica por sus críticas a los homosexuales, al afirmar que el sida era un castigo divino por sus comportamientos sexuales.
Ganadora de una veintena de Discos de Oro, entre ellos el de 1984 por su álbum «Cats without Claws», además de otros cinco discos de platino, Summer veía que su carrera ya no tenía el brillo de antaño, aunque el sencillo «This Time I Know It’s For Real» llegó alto en numerosas listas de éxitos en varios países europeos.
A partir de entonces fueron momentos para colaboraciones, actuaciones en conciertos y discos con fines solidarios y recopilaciones de sus temas más populares.
Sin embargo, en 2008 publicó su primer disco con temas originales tras 17 años de silencio, «Crayons», con el que retornó al ritmo que la inmortalizó, la música disco. EFE