22 abr (EFE).- A tres jornadas para su conclusión, la liga inglesa cobró hoy nueva vida tras un tropiezo del Manchester United en casa (4-4) frente al Everton que supo aprovechar el Manchester City para acercarse a tres puntos de sus vecinos al ganar al Wolverhampton a domicilio (0-2).
Con la derrota ante los «citizens», el cuadro que entrena Terry Connor quedó matemáticamente relegado al descenso, al verse once puntos por debajo del Wigan del español Roberto Martínez, que marca la salvación con 34 puntos.
Con dos goles en los minutos finales en Old Trafford, el Everton convirtió en inútil la ventaja de 4-2 habían logrado los de Alex Ferguson e hizo tambalear las perspectivas de los «diablos rojos», que ya veían en su bolsillo tres puntos que les situaban a un paso de hacerse con la Premier.
Así las cosas, el City y el United se jugarán gran parte de la temporada en el duelo entre ambos del próximo 30 de abril en el Etihad Stadium.
Si los de Ferguson se imponen, podrán tocar con los dedos el título, mientras que si los de Roberto Mancini ganan de nuevo, como ya hicieron en la primera vuelta con un histórico 1-6, empatarán a puntos y recuperarán el liderato de la tabla que han mantenido durante gran parte de la temporada.
Los «citizens» se encontrarán a unos «diablos rojos» que esta tarde tuvieron el control del balón ante el Wolverhampton y que volvieron a confiar en el liderazgo y la inspiración del inglés Wayne Rooney, que marcó dos tantos y acumula 26 en liga, uno menos que el máximo goleador, el holandés del Arsenal Robin Van Persie.
Su compatriota Danny Welbeck y el portugués Luis Nani completaron con otros dos goles el abultado marcador del United, que no fue suficiente para superar a un Everton que nunca renunció al ataque y que plantó cara a los de Ferguson con una capacidad de contragolpe que desquició en los últimos minutos a la defensa local y al portero español David De Gea.
Tambien sufrió esta tarde el guardameta holandés Dorus De Vries, que se enfrentó en el estadio Molineux a los embates de un Sergio «Kun» Agüero energético y decidido a liderar a su equipo hacia lo más alto de la tabla y de un Carlos Tévez reinsertado en el vestuario tras pasar gran parte del curso fuera de los planes de Roberto Mancini.
La pareja de atacantes argentinos, asistidos desde el medio campo por el español David Silva y el francés Samir Nasri, demostraron durante la primera parte que el City ha recuperado en las últimas semanas parte del fútbol afilado que le llevó a lo más alto de la tabla.
El Wolverhampton tuvo problemas desde el inicio del choque, si bien el desequilibrio no llegó hasta la media hora de juego, gracias a un pase milimetrado que Gael Clichy trazó desde el flanco izquierdo del medio campo.
El balón con rosca del francés aterrizó en el pie del «Kun», que llegaba al área rival en carrera y solo tuvo que empujar el esférico con cierta malicia para dejarlo fuera del alcance de De Vries y devolver a los aficionados del City la esperanza de disputarle el campeonato al United.
Tras un segundo tiempo en el que el City prefirió esperar con paciencia en su campo los embates de un Wolverhapton desesperado por eludir el descenso, una picardía de Tévez sentenció el encuentro con un segundo gol en el cuarto de hora final.
El argentino sacó con velocidad una falta en el medio campo que encontró a la defensa local desprevenida y desgarró la última línea del Wolverhapton con una diagonal que Nasri recibió en el área para batir con comodidad al portero holandés.
El Liverpool del uruguayo Luis Suárez, por su parte, no tuvo su tarde en Anfield, y volvió a ceder tres puntos ante un West Bromwich al que le valió un gol en la segunda parte del nigeriano Peter Odemwingie para hacerse con el encuentro.
Los «reds», octavos en la Premeir con 48 puntos y sin posibilidades de alcanzar las plazas europeas, tratarán de endulzar una temporada amarga el próximo 5 de mayo, en la final de la Copa de Inglaterra que les enfrentará al Chelsea. EFE