Vie. Nov 22nd, 2024

5 abr (EFE).- La Fiscalía israelí procesó hoy a ocho menores palestinos de la ciudad de Ramle por el asesinato de un judío el mes pasado, en venganza por los enfrentamientos armados que tenían lugar esos días entre Israel y la franja de Gaza.

Los ocho, menores de edad y cuya identidad permanece por tanto bajo secreto de sumario, son amigos de uno de los barrios de Ramle, ciudad al suroeste de Tel Aviv en la que conviven judíos y árabe-israelíes – palestinos que permanecieron en Israel después de 1948.

Los hechos, dice el acta de acusación, ocurrieron el 11 de marzo, cuando George Saado sacó a pasear a su perro en horas de la noche y tres de los jóvenes lo interceptaron en el camino sin que éste les hiciera caso a pesar de los insultos que le profirieron.

«Tal y como esperaban los jóvenes, Saado regresó por el mismo camino y cuatro de los acusados le insultaron y justificaron el disparo de cohetes contra Israel desde Gaza», refiere el documento judicial.

La Fiscalía describe posteriormente unos momentos en los que uno de los menores expresa su voluntad de matar a la víctima, otros dos se oponen y un cuarto hace de mediador y entrega la pistola al primero para cometer el crimen, mientras el resto observa la discusión, según un comunicado del Ministerio de Justicia.

Saado, padre de cinco hijos, recibió un primer impacto de bala que le hizo caer al suelo, tras lo cual fue nuevamente tiroteado, al igual que su perro.

Los sucesos tuvieron lugar en medio de la última ola de violencia entre el Ejército israelí y las milicias de Gaza, y desde un principio se barajó que el móvil de los menores había sido nacionalista.

Dos de ellos confesaron el crimen y recrearon los hechos para los investigadores policiales.

El crimen puso en peligro la convivencia entre los judíos y palestinos de la ciudad, siempre condicionada a los acontecimientos en el conflicto político palestino-israelí.

«No haremos nunca la ‘sulha’ (tradicional ceremonia árabe de reconciliación) con las familias de los niños. Con la barriada en la que viven la hemos hecho y no tenemos ningún problema», dijo hoy la hija de la víctima, Nofar Saado, en declaraciones a la edición por internet del diario Yediot Aharonot.

En las últimas semanas, también en relación con el conflicto de Oriente Medio, dos palestinos atacaron con arma blanca a un soldado y a un ultraortodoxo en Jerusalén.

Y en un fenómeno no menos preocupante en el deporte, grupos racistas de seguidores del Club de fútbol Beitar de Jerusalén entraron en un centro comercial e insultaron a trabajadores palestinos.

En un principio se informó de que los seguidores habían agredido físicamente a los trabajadores e intentaron lincharles, aunque las imágenes de la seguridad del centro comercial desmintieron esa versión.

Las imágenes muestran cómo varios de los trabajadores, armados con palos de escoba, consiguieron ahuyentar a los seguidores. EFE