El país apostó por un medioambiente más limpio con la comercialización de gasolinas menos contaminantes.
El combustible tendrá mayor octanaje, que se financiará con los llamados ‘impuestos verdes’, que entraron en vigencia este año.
La gasolina Extra pasará de 81 a 87 octanos y la Súper de 90 a 92, con lo que tendrán un mayor contenido energético, pero no sufrirán subida de precio, ya que el Estado subsidia su consumo.
Así, Ecuador mejorará la calidad de sus combustibles, que estaban entre los más contaminantes de América Latina.
Desde el punto de vista de la eficiencia energética, el mayor octanaje elevará el rendimiento de los vehículos y las máquinas en general, dijo Alfredo Mena, director ejecutivo de la Corporación para la Investigación Energética.
Con ello, consumirán menos combustible, lo que mejorará las condiciones ambientales por la reducción de las emisiones en un país que, como Ecuador, de a poco se ha acostumbrado a convivir con la contaminación.
Hasta el año pasado se comercializaba un diesel con 7 mil partes por millón de azufre, una cantidad muy superior a la media europea.