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26 mar (EFE).- Los amantes del Titanic, cuya historia todavía fascina a personas de todo el mundo, tienen por primera vez la oportunidad de hacerse con alguno de los 5.500 objetos que se rescataron del fondo del océano Atlántico, gracias a una subasta que se celebrará en abril cuando se cumplen cien años del hundimiento.

Uno de estos objetos, el más curioso a juicio de Arlan Ettinger, presidente de la casa Guernsey’s, organizadora de la subasta y con sede en Nueva York, son unos prismáticos que pudieron ser los que el vigía del Titanic perdió, lo que le impidió atisbar el iceberg que provocó que el transatlántico se hundiera en la madrugada del 15 de abril de 1912.

«Quién sabe, quizás estos prismáticos que ahora se subastan sean los que se perdieron, los que hubieran permitido al barco esquivar el iceberg y evitar aquella tragedia en la que murieron más de 1.500 personas», aseguró hoy Ettinger a Efe.

Otros ejemplos de esta colección, que se venderá desde el 2 de abril y que se ha reunido a lo largo de 17 años y siete inmersiones, desde que en 1987 se iniciara la recuperación de los restos del naufragio, son una pieza del hall del barco, de ocho metros por quince, o un pequeño brazalete de oro con un diamante engastado.

Algunos son tan «curiosos» como un tarro de pomada para el cabello masculino, que se conserva intacto, el gorro de panadero, un billete de cinco dólares o unas postales compradas en Londres por uno de los pasajeros, que las llevaba de vuelta a Estados Unidos como recuerdo.

Estas reliquias, que fueron tasadas en 189 millones de dólares (141 millones de euros) han pertenecido a RMS Titanic Inc. durante los últimos 25 años.

Los 5.500 objetos, que incluyen material con derechos de autor como miles de horas de metraje de vídeo y mapas tridimensionales de las dependencias interiores del barco, se venderán, por orden de un tribunal estadounidense, como una colección única, por razones de preservación histórica.

Así, explicó Ettinger, los interesados pueden pujar desde ahora, y los ganadores, que se conocerán el próximo 2 de abril, han de comprometerse a mantener la colección reunida, lo que se traduce en que deben garantizar el acceso del público a las piezas, estén donde estén, «para que las generaciones futuras tengan la oportunidad de aprender y entender lo que ocurrió».

Esta es una de las razones esgrimidas por Ettinger para responder a los que critican que se sacaran los objetos del océano Atlántico y que se pongan a la venta.

«A lo largo de la historia han sucedido cosas terribles, pero afortunadamente aprendemos del pasado, y por eso hay museos en todo el mundo dedicados a la guerra, en los que se pueden ver los uniformes de los soldados muertos o las armas con las que mataban a otros», puntualizó.

Ettinger añadió que el Titanic «se está deteriorando rápidamente bajo el mar, y llegará un momento en que desaparecerá por completo, y estos objetos serán lo único que quedará, así que es por motivos de conservación histórica. No estamos insultando a nadie que perdiera a un familiar hace cien años».

El presidente de la casa de subastas señaló que la historia del barco insumergible que se hundió «es universal, y fascina a todas las generaciones, de todo el planeta, por eso su tragedia se cuenta una y otra vez».

Fascinación constatada en los múltiples interesados, entre ellos un grupo español, según reveló Ettinger, que han pujado hasta el momento para tener entre sus manos un fragmento del Titanic, rescatado de las profundidades del océano y de la historia. EFE