26 mar (EFE).- La actual Miss Universo, la angoleña Leila Lopes, recibió hoy el título de embajadora de la ONU para las zonas áridas del planeta, lo que la llevará este año a defender los esfuerzos del organismo por combatir la desertización y concienciar de un problema que afecta a 1.500 millones de personas.
«Como Miss Universo, me siento afortunada de brindar mi voz a una causa como esta», dijo Lopes ante la prensa en la sede central de Naciones Unidas en Nueva York, donde el secretario ejecutivo de la convención de la ONU para combatir la desertización (UNCCD), Luc Gnacadja, le hizo entrega de su certificado de embajadora.
La belleza africana mostró su determinación por «llamar la atención sobre el impacto de la sequía y la degradación del suelo que afecta a la Tierra», y concienciar a todo el planeta sobre el hecho de que «las zonas áridas no son zonas perdidas, sino que se pueden salvar».
Las zonas áridas del mundo, donde vive el 38 por ciento de la población mundial en estos momentos, son aquellas en las que la sequía y la erosión del terreno afectan su productividad y ponen así en peligro, con preocupantes amenazas alimenticias, la supervivencia de sus pobladores.
La ONU calcula que la degradación del terreno y la sequía en las zonas más áridas del mundo provocan la pérdida de 12 millones de hectáreas de suelo productivo al año, donde se podrían cosechar 20.000 millones de toneladas de cereales.
«Cada minuto que perdemos sin actuar, 23 hectáreas se pierden de terreno», subrayó Lopes durante su presentación en defensa de la prevención de unas zonas que contienen el 20 % de los principales centros de diversidad de plantas y el 30 % de las principales áreas de aves endémicas.
Miss Universo pidió a todo el mundo que sea consciente de que, para la sostenibilidad del planeta, «se debe rehabilitar más tierra de la que se pierde» cada año a manos de la erosión del terreno y el proceso de desertización.
Lopes anunció que, dentro de su labor como embajadora de las tierras áridas, este año visitará Brasil de cara a la celebración en junio de la conferencia sobre el desarrollo Río+20, para pedir a los participantes que acuerden medidas que lleven a un «índice neto cero» sobre la degradación del terreno.
Así lo defendió también hoy Gnacadja, quien señaló que lograr «un manejo sostenible del terreno es la vacuna para evitar la degradación del terreno y la desertización», por lo que animó a los Gobiernos a trabajar para lograr «un cambio paradigmático» para las zonas áridas.
Además de Leila Lopes, la UNCCD también nombró este año embajador de las zonas áridas del planeta al prestigioso economista de la neoyorquina Universidad de Columbia y asesor de la ONU Jeffrey Sachs. EFE