25 mar (EFE).- La feria TEFAF (The European Fine Art Fair), la mayor cita mundial del arte y las antigüedades, cierra hoy sus puertas con unos resultados de asistencia y ventas «muy superiores» al año anterior y sin ningún atisbo de crisis, informaron a Efe fuentes de la organización.
Más de 30.000 obras de arte correspondientes a 7.000 años de historia, desde la antigüedad clásica hasta el siglo XXI, se han dado cita en la ciudad holandesa de Maastricht, convertida desde el pasado 16 de marzo y hasta hoy en el paraíso de los coleccionistas.
La pieza más cara vendida de la que tiene conocimiento la organización ha sido una pintura del artista flamenco Frans Francken (1581-1642), adquirida por el Museo de Bellas Artes de Boston por 12 millones de dólares (9 millones de euros).
Otra de las obras de arte que han cambiado de propietario en esta edición ha sido la «Crucifixión» del pintor flamenco Peter Paul Rubens (1577-1640), que con un precio de venta inicial de 3,5 millones de euros (4,6 millones de dólares), ha sido vendida a la colección Van Otterloo Collection.
También se han vendido parte de las treinta pinturas del artista italoargentino Lucio Fontana (1899-1968) por un precio de entre 1 y 5 millones de euros (de 1,3 a 6,6 millones de dólares), algunas de las cuales han sido adquiridas por un museo de Estados Unidos.
Entre las obras más valiosas de la edición que ha marcado el 25 aniversario de TEFAF, se encontraba la escultura de Henry Moore «Reclining figure: Curved», realizada en 1977 y presentada por primera vez en el mercado abierto.
Otro artista que ha sido noticia este año ha sido Andy Warhol, el padre del pop art, de quien el galerista Daniel Blau, de Múnich, ha presentado una muestra de 200 dibujos fechados entre 1950 y 1959.
El valor de lo ofertado en la edición, que ha reunido a más de 10.000 personas, superaba los 2.000 millones de euros (unos 2.654 millones de dólares).
TEFAF concentra, según estimaciones, el 70 por ciento de las pinturas de maestros antiguos que están a la venta en este selecto circuito y reúne a un público exclusivo, como demuestra el hecho de que el día de su inauguración 160 jets privados aterrizaron en el aeropuerto de Maastricht.
Entre los visitantes había una importante representación llegada de China, país que ha desbancado a Estados Unidos, hasta ahora número uno en el mercado del arte, al acaparar el 30 por ciento del negocio. EFE