25 mar (EFE).- La guerrilla maoísta de la India puso hoy en libertad a uno de los dos ciudadanos italianos secuestrados hace once días en una zona rural del este del país, de acuerdo con distintos canales de televisión que participaron en la entrega.
El rehén liberado es Claudio Colangelo, que había sufrido problemas de salud, mientras que su compañero Paolo Bosusco continúa en poder de la guerrilla, de acuerdo con los canales indios NDTV y Timesnow.
Colangelo fue entregado a un grupo de periodistas presentes en la zona por el líder de los rebeldes locales, Sabyasachi Panda, tras constatar los maoístas que la «opinión pública» era proclive a su puesta en libertad, contaron los propios reporteros.
«Ha sido una experiencia terrible. Espero que liberen pronto a mi compañero», dijo Colangelo.
Los dos italianos fueron secuestrados el pasado 14 de marzo cuando iban de excursión por un distrito tribal de la región oriental de Orissa junto a un conductor y un cocinero indios que luego fueron liberados.
Según la versión de la guerrilla, los turistas fueron secuestrados porque estaban tomando fotografías «censurables» de algunas mujeres tribales que se encontraban junto a un arroyo.
La guerrilla, presente en amplias franjas del centro y este del país, afirmó que no liberaría a los secuestrados a menos que el Gobierno, entre otras peticiones, pusiera fin a sus operaciones contra los rebeldes.
Las conversaciones entre ambas partes quedaron sin embargo suspendidas el sábado, después de que se conociera el secuestro en otro distrito de Orissa de un diputado regional, Jhina Hikaka, opuesto a la actividad de los maoístas.
Las demandas de los guerrilleros eran, además del cese de las operaciones, la paralización de las ventas de tierras a grandes compañías, compensaciones para familias de maoístas asesinados y la puesta en libertad de 600 prisioneros afines a su causa.
La guerrilla maoísta tiene su principal cantera en el llamado «cinturón rojo», una franja del centro y este de la India donde mantiene campos de entrenamiento y busca el apoyo del campesinado para implantar una revolución agraria de corte comunista. EFE