14 mar (EFE).- Un estudio realizado por el forense español Carlos Guerrero arroja el dato de que el impacto de una pelota de golf puede producir en una persona daños más graves que el de un disparo de pistola, al alcanzar la bola velocidades cercanas a los 300 kilómetros por hora.
Guerrero, como explicó hoy a Efe, realizó el estudio como parte de las pruebas periciales presentadas en un juicio por un grupo de vecinos de Islantilla (Huelva, sur de España), que demandaron a un club de golf de la zona por el daño que el impacto de las bolas causaba en sus viviendas.
El club fue condenado en enero pasado a levantar una valla para proteger a las casas.
Según señaló, el estudio que presentó ante el juez fue determinante a la hora de señalar que «una bola de golf puede incluso provocar la muerte si su proyección tiene un efecto contusivo de una violencia tal que dañe determinadas zonas del cuerpo», lo que se agudiza si se trata de un niño o una persona mayor.
Concretamente, el trabajo cita estudios anteriores que indican que hay personas que han sufrido enucleación (extirpación del globo ocular) o pérdida de visión, «y si provoca eso, no digamos que puede pasar si le pega en la cabeza a una persona o le impacta a un niño pequeño», agregó el experto.
El trabajo relaciona la intensidad de la bola a la hora de salir del set de prácticas, donde alcanza una mayor velocidad, y que, precisamente, «es la zona relacionada con el problema y está muy cerca de la urbanización» en el caso de Islantilla.
«La velocidad que se le impere tiene una correlación con el efecto que puede provocar un arma de fuego, y en determinadas ocasiones, hay palos que pueden provocar que la bola tenga más velocidad que la bala que sale de una pistola», dijo Guerrero.
El forense concretó que se han estudiado determinados tipos de armas en relación con la velocidad de la bola de golf.
Así, se ha comprobado que la bola alcanza velocidades de hasta 80 metros por segundo (288 kilómetros por hora), «una velocidad -indicó Guerrero- muy exagerada», que «aunque por peso y por características de la pelota, no llega a tener introducción en el cuerpo, el impacto de esa masa sí provoca lesiones muy importantes, que pueden provocar incapacidades graves o incluso la muerte». EFE