Vie. Sep 20th, 2024

La delincuencia no da tregua ni a los famosos

 

La delincuencia en el Ecuador está peor cada día. Nadie se escapa de los dueños de lo ajeno, y menos, los famosillos, que en los últimos tiempos se han vuelto los blancos fáciles para los pillos, que no pierden oportunidad para hacer de las suyas, en el momento menos esperado. La última víctima de estos reprochables hechos fue el cantante mantense, Gustavo Herrera, quien en días pasados estuvo de visita por Guayaquil, ofreciendo un concierto privado, en una conocida emisora de la urbe.

* Pasó un mal rato

Herrera sufrió un verdadero susto al darse cuenta que había extraviado sus documentos, por lo que no podía abordar el avión para retornar a Quito y seguir con sus presentaciones.

El cantante, nunca se percató de que los pillos, al puro estilo de McGiver, le habían sustraído su billetera con todo lo que llevaba dentro, entre documentos, dinero y tarjetas, por lo que no tenía como identificarse en el aeropuerto, así que optó por ponerse un CD suyo en la cara y decir: «Mire que el que está en el disco soy yo, déjenme subir al avión por favor».

Herrera nunca se molestó por lo ocurrido, lo tomó todo con tranquilidad y solo manifestó que le tocaría anular las tarjetas y volver a sacar sus documentos, no sin antes poner la denuncia en la fiscalía.

* Otras víctimas

Pero el intérprete de «Mansa pero peligrosa» no es el único famoso que ha sido víctima de la delincuencia, que día a día nos tiene en zozobra.

En más de una ocasión, el reportero de TC televisión, Bolívar Rodríguez, ha sido blanco de los pillos, quienes se le han llevado dinero, zapatos, billeteras y más.

Otro personaje que en más de una ocasión ha sido protagonista de estos episodios es David Reinoso, quien sufrió por tres ocasiones seguidas, el conocido robo «express», y lo peor, es que por los mismos delincuentes.

La lista de famosos que han sido perjudicados es larga, pues nadie se salva de los dueños de lo ajeno, que cada día encuentran nuevas maneras de cometer sus fechorías, sin que nadie pueda hacer nada para evitarlo. (PD)