1 mar (EFE).- Las notas de las canciones más famosas del cantautor italiano Lucio Dalla, cuyo fallecimiento hoy de un infarto a los 69 años en Montreaux (Suiza) ha conmocionado a Italia, sonaron todo el día desde su casa en la calle D’Azeglio en Bolonia, mientras las persianas permanecían cerradas.
La inesperada noticia de la muerte de Dalla, que además de cantante era escritor y compositor, ha conmovido a Italia tras conocerse que el cantautor todavía ayer se encontraba en buenas condiciones y actuó en el Auditorio Stravinsky de Montreaux, según aseguró a Efe el responsable de la programación musical de la localidad suiza, Pascal Pellegrino.
«Ofreció un concierto normal, ante unas 800 o 900 personas que corearon continuamente su nombre, un público muy caluroso que propició un ambiente realmente hermoso», recordó Pellegrino.
Según Pellegrino, Dalla «se pasó la noche bromeando, hablando en francés, en un concierto perfectamente normal que duró algo más de dos horas, con 20 minutos de entreacto».
«Serían las 11 de la noche cuando salió del auditorio Stravinski y estuvo un buen rato hablando y haciéndose fotos con las admiradores, por lo que si estaba cansado o estresado, lo escondió muy bien», señaló el responsable de la programación musical de Montreux.
También el fotógrafo y amigo Roberto Serra explicó que ayer habló con Dalla y se encontraba «muy bien, feliz y tranquilo» por la gira europea que había comenzado en Lucerna, siguió en Zúrich, y ayer en Montreaux.
Hoy sin embargo, después del desayuno comenzó a sentirse mal, dijo su agente de toda una vida, Michele Mondella, quien comentó aun desconcertado que «morir no era el estilo de Dalla».
Dalla se encontraba en Suiza para una serie de conciertos y su última aparición en Italia había sido la pasada semana en el Festival de la Canción de Sanremo en un dúo con el joven, Pierdavide Carone, para quien había compuesto la canción «Nani».
Ante la noticia de la muerte de Dalla ha reaccionado hasta el presidente de la República de Italia, Giorgio Napolitano, quien lo definió como «autor de voz fuerte y original, que ha contribuido a innovar y a promover la canción italiana en el mundo. Ha sido una artista amado por muchos italianos de varias generaciones».
Napolitano recordó su último encuentro con Dalla en Bolonia para un acto de beneficencia, «donde mostró una vez más su franqueza y delicadeza en su trato humano».
Bellas palabras también para Dalla las del presidente de la Cámara de Diputados, Gianfranco Fini: «Con él desaparece la banda sonora de nuestra vida».
Así mismo, el mundo de la música en Italia recibió incrédulo la noticia de su muerte.
Uno de los grandes de la canción italiana, Gianni Morandi, comentó en declaraciones a la televisión TG1 que se conocían desde 1963 y que ambos eran «hinchas (del equipo de fútbol) Bolonia, además compartir la pasión por la música.
«Saber que nos ha dejado me ha golpeado y no puedo recuperarme», afirmó.
La cantante Ornella Vanoni eligió la red social twitter para su sentido testimonio: «Una noticia como un rayo, un vacío que no logro creer, el corazón rechaza sufrir lo imposible».
Personajes del espectáculo, el deporte y de la cultura rinden hoy homenaje al autor de «Caruso» y, además de sus dotes musicales, resaltan su optimismo, su sentido del humor, su pasión por Florencia y sus secretos y los que más, insisten en que sus canciones jamás serán olvidadas.
Y es que en 40 años de carrera, Dalla emocionó con sus canciones como «Gesu Bambino», con la que participó en 1971 en el Festival de la Canción de Sanremo y que supuso su primer gran éxito, aunque la censura le obligó a cambiar el título en «4/3/1943» (su fecha de nacimiento), pues trataba de una madre soltera.
Internacionalmente su gran éxito llegó en los años 80 de la mano de «Caruso», considerada una de las obras maestras de la música italiana por parte de los críticos.
Últimamente, Dalla protagonizó junto con su amigo el también cantautor Francesco de Gregori una gira italiana que había cosechado un enorme éxito.
De Gregori ha preferido no hablar con la prensa y ha dicho solo que está «muy triste». EFE