Según un reciente estudio relizado por «Durex», uno de los principales enemigos de la vida sexual de las parejas, no es la falta de amor, sino la falta de comunicación. Entre dos personas que se comprenden con sólo una mirada de complicidad, la ausencia de palabras puede significar buena intimidad. Pero también puede ocasionar conflictos o una ruptura, cuando uno o los dos se calla las cosas, ya sea porque no saben qué decirse, no tienen nada de qué hablar o prefieren no escarbar en las heridas.