16 feb (EFE).- Los leales al régimen sirio lanzaron hoy un ataque con artillería contra la ciudad de Deraa y ejecutaron a más de treinta opositores detenidos en la provincia de Idleb, horas antes de que la Asamblea General de la ONU vote una resolución de condena de la violencia en Siria.
Un vecino de la meridional Deraa, que se identificó como Abu Walid, dijo a Efe por teléfono que hay bombardeos indiscriminados en el distrito de Deraa al Balad, donde se registran choques entre un grupo de desertores y las fuerzas de seguridad.
«Los efectivos del régimen están parapetados en una clínica que ha sido destruida durante los choques», apuntó Abu Walid, miembro de la Comisión General de la Revolución Siria.
El activista destacó que los tanques de los leales al presidente sirio, Bachar al Asad, han irrumpido, además, en el municipio cercano de Basra al Harir, y tienen como objetivo miembros del Ejército Libre Sirio (integrado por desertores).
Deraa es uno de los principales bastiones de la oposición y en ella comenzaron las protestas en marzo pasado contra el régimen de Damasco, cuya acción represora ha causado desde entonces entre 5.000 y 7.000 muertos, según la fuentes.
Entretanto, en Idleb, los opositores Comités de Coordinación Local (CCL) informaron de la muerte de al menos 38 personas, la mayoría ejecutadas después de ser detenidas por las fuerzas de seguridad.
En una vía de tren de esa provincia fueron hallados los cadáveres de 19 personas, interceptadas cuando trataban de huir a la vecina Turquía, mientras que cerca de una carretera fueron ejecutados otros 15 detenidos.
En esta jornada, en la que según los CCL perecieron más de 60 personas, entre ellas diez soldados desertores, los efectivos gubernamentales atacaron también la localidad de Kafar Nabudeh, en la provincia central de Hama.
El portavoz del Consejo Nacional Sirio (CNS) Omar Edelbe explicó a Efe que al menos diez personas perdieron la vida por los bombardeos en esta población y que continúa la ofensiva contra la ciudad central de Homs, asediada por el ejército desde hace casi dos semanas.
Sobre estos nuevos ataques, el «número dos» del Ejército Libre Sirio (ELS), Malek Kurdi, explicó a Efe desde Turquía que el régimen «tiene un plan para no dejar en paz ninguna ciudad e irrumpir en todas».
El lugarteniente del ELS resaltó que en Deraa los efectivos gubernamentales usan por primera vez armas nuevas que han llegado de Irán y de Rusia, y que causan quemaduras.
«Es muy difícil llegar a las víctimas porque los médicos están de acuerdo con el régimen y los heridos son secuestrados», lamentó Kurdi.
Pese a los medios modestos con los que cuenta, Kurdi afirmó que su fuerza «lleva a cabo ataques en todas partes», especialmente en Latakia (junto al Mediterráneo).
Como viene siendo habitual, los ataques armados fueron acompañados de campañas de arrestos indiscriminados, que en esta jornada se saldaron con la detención de dos prominentes activistas.
Los detenidos son el periodista Mazen Darwish y la bloguera Razan Ghazawi, quienes fueron capturados junto a 13 de sus compañeros durante una redada en la oficina de su organización en Damasco.
Darwish es el director del Centro Sirio de Medios y Libertad de Expresión, cuya oficina ha sido cerrada varias veces pero continuaba funcionando de forma clandestina, mientras que Ghazawi es la autora de la conocida bitácora «Razaniyyat».
Estos ataques ocurren horas antes de que esta noche la Asamblea General de la ONU vote un proyecto de resolución preparado por Arabia Saudí y Catar que condena la represión que ejerce el Gobierno sirio y respalda los planes de transición de la Liga Árabe.
El texto, que condena las violaciones «sistemáticas» de derechos humanos en Siria y exige a Damasco detener «de forma inmediata» los ataques contra la población civil, se votará en el pleno de la Asamblea el jueves a las 20.00 GMT.
Uno de los dirigentes del CNS, Mulhem al Derubi, expresó a Efe su esperanza de que la Asamblea «apoye la hoja de ruta árabe para superar el veto de Rusia y China» a una resolución anterior en el Consejo de Seguridad.
Aunque lamentó que este órgano de la ONU solo emite recomendaciones y no resoluciones, consideró que el respaldo a la iniciativa árabe será «un elemento más de presión sobre esos países para que cambien en el futuro sus posiciones».
Al Asad emitió ayer un decreto para la celebración el 26 de febrero de un referéndum sobre la nueva Constitución, que abrirá al país al multipartidismo, aunque los grupos opositores ya han adelantado que lo van a boicotear. EFE