Hoy, los corazones encendidos de amor y cariño son los protagonistas de entrega de regalos y palabras bonitas. Esto se lo puede ver como simple consumismo. Y quizá tanto derroche de amor se contradiga con las estadísticas de divorcios y separaciones; con las familias disfuncionales que van en aumento, en fin.
Estas estadísticas dicen mucho, de como los jóvenes perciben y ejercen el amor. Nos enamoramos perdidamente de alguien, pero resulta efímero, así mismo son las relaciones de hoy en día.
Nuestros padres y abuelos critican esta forma de ver la vida. En todo caso tanto consumismo y globalización han contribuido con este problema social.
El amor no se resume en presentes y regalos, sino en aprender a compartir y vivir en pareja.