22 ene (EFE).- La primera victoria a domicilio de esta temporada de Liga reavivó las aspiraciones europeas del Atlético de Madrid, que, con la llegada del técnico argentino Diego Simeone, está en su mejor racha: siete de los últimos nueve puntos, ha enlazado dos triunfos y no ha encajado ningún gol en tres choques.
Un empate, en su debut en el banquillo rojiblanco en La Rosaleda frente al Málaga (0-0), y dos triunfos, 3-0 frente al Villarreal y este sábado 0-4 contra la Real Sociedad en Anoeta, resumen los tres encuentros del técnico en el conjunto madrileño, transformado ahora en un equipo intenso, fiable en defensa y poderoso en ataque.
La presión es una de las señas de identidad del nuevo Atlético, que mira al futuro con un optimismo impensable meses atrás y que encara el inicio de la segunda vuelta, el próximo lunes contra Osasuna en el Reyno de Navarra, en su mejor racha de esta campaña de Liga: siete puntos en los últimos tres encuentros.
En toda la temporada sólo había encadenado una vez tres choques consecutivos sin perder, con tres empates, entre la séptima y la novena jornada, y no había ganado ningún duelo como visitante -en sus ocho partidos fuera de casa anteriores había sumado dos puntos- hasta la incontestable victoria de este sábado en San Sebastián.
El Atlético, que no vencía con tanta claridad lejos del Vicente Calderón desde el 17 de enero de 2010, cuando se impuso al Valladolid por 0-4, tampoco ha concedido ningún gol desde la llegada de Simeone.
El equipo rojiblanco no dejaba su portería a cero en tres jornadas seguidas de Liga desde hace más de un año, el 3 de enero de 2011, cuando empató en casa ante el Racing de Santander (0-0), después de haber ganado a Deportivo de La Coruña (2-0) y Málaga (0-3).
Estos últimos resultados han acercado al conjunto madrileño a las posiciones europeas, ya a menos de una victoria de distancia, en el cierre de una primera vuelta irregular, concluida con 26 puntos, después de siete victorias, otras tantas derrotas y cinco empates, y sin haber superado de momento el octavo puesto de la clasificación.
Son números por debajo de lo esperado y que obligan al Atlético a multiplicar sus prestaciones de la primera ronda del campeonato, 26 puntos, en la segunda vuelta para cumplir su meta: las plazas de Liga de Campeones, una vez que, en las últimas diez campañas, la cuarta posición siempre estuvo por encima de los 60 puntos.
El Villarreal ocupó ese puesto en 2010-11 con 62; el Sevilla, en 2009-10, con 63; el Atlético, en 2008-09, con 67 y, en 2007-08, con 64; el Valencia, en 2006-07, con 66; el Osasuna, en 2005-06, con 68; el Betis, en 2004-05, con 62; el Real Madrid, en 2003-04, con 70; el Celta, en 2002-03, con 61; y el Barcelona, en 2001-02, con 64.
Ese es el reto del equipo rojiblanco desde el principio de temporada y en el comienzo de la segunda vuelta, cuya primera prueba será el próximo lunes frente a Osasuna en el Reyno de Navarra. EFE