El Congreso Brasileño, analiza incentivar el desarme de su población a través del Mundial 2014, ofreciendo tickets a cambio de las mismas. Los legisladores propondrán también descuentos y pelotas oficiales.
Sin embargo, el trueque de armas por entradas no sólo debe obtener la aprobación de los diputados, los senadores del país y el visto bueno de Dilma Rousseff. Este proyecto debe contar con la aprobación de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA).
Pero no todo es miel sobre el hojáldre. Hace algunos días, el Secretario de la FIFA, Jerome Valcke emitió declaraciones en las cuales mostraba su descontento con este proyecto.
‘Me temo que en Brasil hay tantas armas que no dispondremos de entradas suficientes’ , comentó hace algunos días, de manera irónica y entre risas, el Secretario Valcke.
En su versión actual, el borrador de la Ley de la Copa incluye a vándalos arrepentidos entre los beneficiarios de un cupo de 300.000 entradas a un precio especial (25 dólares) que también aplicará a ‘estudiantes, indígenas y personas probadamente pobres’. El llegar a un consenso entre las autoridades de la nación y la FIFA, es complicado ya que en el tema de la Copa, en el transcurso del año 2011 no han coincidido en varios puntos.
Sin embargo, los legisladores de la nación se muestran optimistas ya que la Federación Internacional de Fútbol no ha puesto inconvenientes en otros subsidios, como que se garantizará a los jubilados todo tipo de entradas, con el 50 por ciento de descuento.Es un tema delicado.
