Blanca, 25 años. Tengo una relación muy conflictiva. He intentado terminarla en varias ocasiones, pero siempre acabo tropezando con la mima piedra. Ya no sé si estoy realmente enamorada, pero de lo que estoy segura, es de que me hace mucha falta. Básicamente, nuestro problema, son los celos enfermizos de mi novio. Sus constantes inseguridades han acabado con mi vida a tal punto, que hasta aquí me han botado de tres empleos, porque él ha ido a hacerme relajo. No sé como hacerle entender, que con su actitud me está haciendo mucho daño.
Me gustaría ser fuerte y deshacerme de esto que me lastima terriblemente.
Mi querida Blanca:
Aunque sea muy difícil, tienes que buscar la fuerza para terminar con esa relación. Te aseguro que tu novio tampoco está feliz con lo que ocurre. Entiende que el amor no es una tortura.
Tu amiga Conchita