Vie. Nov 22nd, 2024

Emelec y Liga quedaron fuera de combate tras la jornada 14 de la segunda etapa del campeonato. ‘El Bombillo’ se fundió ante dos cabezazos certeros de Jairo Campos, que voló en el área eléctrica para arreglar la anemia de gol, que invade a Maximiliano Bevacqua y la ‘U’ cayó de rodillas en Santo Domingo, ante un modesto Éspoli, que le ganó con entereza y generosidad.
Los hombres del ‘Patón’ Bauza pasearon su indolencia, en una temporada, que tiene los colores del fracaso. Semejante plantilla no puede producir tan tibios resultados. Es un desperdicio perseguir exclusivamente la Supercopa, con una inversión millonaria.
La otra cara de la medalla es Barcelona. Me fascina observar el compromiso del plantel y de la hinchada. 50 mil almas acompañaron al once de Zubeldía, alentando un triunfo complicado, pero merecido y limpio frente a un Nacional, que abusó del juego aleve, cosechando dos expulsiones y dos penales en contra, que desnivelaron la balanza en favor de los amarillos.
Fue una noche grande para el ídolo. Retornó a las fuentes de las grandes gestas. Revolucionó Guayaquil, colocando al Monumental como epicentro de esos domingos de gloria, que extrañábamos todos desde hace mucho tiempo. “Llegaron 25 mil personas”, dijeron con un descaro intolerable, al emitir el informe oficial de asistencia y recaudación. Una mentira, que obliga a las autoridades del implacable SRI, a ponerle el cascabel al gato. ¿Por donde entraron los otros 25 mil espectadores, que se esfumaron del mañoso reporte?. No entiendo como empañan por un puñado de dólares, la seriedad de un espectáculo, que contó con el apoyo maravilloso del pueblo amarillo. ¿Quién es el genio que provoca el desvío y la falsedad desvergonzada? Basta de burlas. O dejen de lanzar a los cuatro vientos, que realizan una administración honesta y seria. La flecha apunta directamente a los acaudalados hermanos Noboa, que tienen la obligación de retractarse ante el país y la hinchada canaria, por el dato trucho.
En la cancha, la premisa fue diferente. Salieron a ganar y ganaron. Remontaron con personalidad el golazo de Edison Preciado, que lanzó una cañonazo homicida de 35 metros para doblegar el vuelo de Máximo Banguera. Ha despertado Iván Borgello. Está codicioso y goleador. Despachó un penal con inmensa jerarquía para colocar el empate y luego con el instinto de goleador que aún reposa en su cuerpo, aprovechó un despeje incorrecto de Fricson Erazo, que resultó un banquetazo para el ariete argentino, que de cabeza puso el tablero 2 a 1, en favor de Barcelona.
Holguer Matamoros, colocó el puntillazo, tras recibir una falta penal de ‘Finito’ López, que hizo el oso, ante el juego chispeante y la cintura de goma del volante canario. Barcelona saltó el escollo y sube sus bonos. Interpreta plenamente, que está ‘prohibido perder’.
Por eso mira de frente al Deportivo Quito, conocedor de esa fuerza incomparable que aporta su hinchada desde las gradas.
El miércoles se registrará otro llenazo para el choque frente a Liga. Vuelve Damián Díaz y con él, el fútbol talentoso y la cuota de gol. La furia amarilla es capaz de ofrecerle un vuelco memorable al campeonato. Se vienen jornadas para el infarto
Por: Raúl Cruz Molina

Por ccarrera